Marlaska comunica a la Guardia Civil que no tendrá coches nuevos pese a que el 26% supera los 10 años

La Guardia Civil tiene un problema con su parque móvil. Las principales asociaciones profesionales del cuerpo llevan años advirtiendo que la flota de vehículos está obsoleta y anticuada, sin embargo, el ministerio de Grande-Marlaska ya ha informado que en 2020 no habrá dinero para el ‘plan renove’.

Carrocerías oxidadas, piezas que se desprenden, tapicerías rasgadas y vehículos reparados con ‘chapuzas’ improvisadas por agentes ‘manitas’. Esa es la situación que describen fuentes de la Guardia Civil cuando describen buena parte del parque móvil con el que cuentan en toda España.

Pese a que el Ministerio del Interior ha ido durante los últimos años realizando algunas adquisiciones para renovar la flota, para 2020 se les ha comunicado de forma interna que no esperen nuevos vehículos.

El argumento del Ministerio: al no haber Presupuestos Generales del Estado, no hay fondos para acometer la compra de vehículos, por lo que la tasa de reposición será de cero. Es una de las múltiples inversiones en adquisición de material que se han paralizado en la Guardia Civil desde que el PSOE llegó al poder.

Algunas plataformas profesionales, como Unión de Guardias Civiles, han  mostrado su malestar con la»falta de medios con los que se dispone» en muchas unidades, «especialmente las de la Comunidad de Madrid».

Según denuncian desde UGC, el 26 por ciento de los vehículos tienen una antigüedad mayor a los diez años. Y además, el 18 por ciento acumula más de 250.000 kilómetros.

La actual situación «pone en riesgo la propia seguridad de los Guardias Civiles, y afecta a la seguridad de los ciudadanos y a la calidad del servicio», advierten.

El escenario se repite en muchas otras unidades. Este verano, como informó OKDIARIO, empresarios locales de Conil (Cádiz) tuvieron que comprar cascos de moto a los agentes del cuartel del municipio. No tenían cascos suficientes para poder patrullar e Interior les había comunicado que no podría proceder a su compra.  Finalmente, Marlaska obligó al cuartel de Conil a devolver esos cascos.