Marlaska cierra la frontera de Ceuta a todos los que no tengan permiso de trabajo o residencia
El acceso a Ceuta a través de la frontera del Tarajal ha permanecido bloqueado este martes desde primera hora de la mañana hasta pasado el mediodía debido a la protesta con la que cientos de mujeres marroquíes han bloqueado el paso debido a los nuevos requisitos de entrada en la ciudad autónoma impuestos por la Delegación del Gobierno, que exigen permiso de trabajo o residencia para cruzar el paso ordinario.
Este criterio, que se aplica desde el 3 de diciembre, está generando colapsos sobre todo los martes y jueves, cuando el tránsito por el paso peatonal para porteadores del ‘Tarajal II’ está limitado para hombres.
Fuentes de la Delegación del Gobierno han explicado a Europa Press que, en esas jornadas, cientos de mujeres que sobreviven cargando todo tipo de mercancías desde Ceuta hacia el Reino alauita intentan acceder a la localidad española por la frontera ordinaria para, por la tarde, formar avalanchas de cientos de personas que logren superar los controles policiales de retorno en ese mismo espacio.
Para impedirlo, la Policía Nacional exige permisos de trabajo o residencia a las personas que quieren entrar en la ciudad como si no fueran porteadoras. Al ser rechazadas, cientos de mujeres han protagonizado una sentada ante la parte marroquí de la frontera que la ha colapsado durante horas.
El secretario general del PSOE de Ceuta, Manuel Hernández, ha «apoyado» este martes las medidas adoptadas por la Delegación porque «en algún momento había que poner pie en pared» con el ‘comercio atípico’ transfronterizo, que de lunes a jueves moviliza a alrededor de 2.500 personas y mil vehículos por jornada que entran en la ciudad para sacar productos hacia Marruecos pese a no haber aduana comercial en la frontera. «Respaldamos todo lo que sea legal y lo que se está haciendo lo es aunque la coyuntura varía día a día y es difícil conseguir la perfección», ha asumido.
El Gobierno autonómico que preside Juan Vivas (PP) estima que cada día entrar en la ciudad desde el país vecino «más de 8.500 personas» a «realizar actividades con impacto en la economía local, la mayoría sin contrato». Uno de los argumentos que ha utilizado para rechazar su ingreso en la Unión Aduanera es que en ese caso, «excluyendo las empleadas del hogar, se estima que se podrían perder 5.000 puestos de trabajo irregulares, provocando consecuencias también al otro lado de la frontera y encareciendo el coste de la vida en Ceuta».
La ciudad autónoma tiene una excepción en el Tratado de Schengen que permite que los marroquíes residentes en la provincia de Tetuán (como los de la de Nador en Melilla) entren en ella sin visado siempre y cuando vuelvan a su país a pernoctar.