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Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado

La directora de la Guardia Civil en 2014: «No me molesta ser una mujer cuota, es más, estoy encantada»

"Soy consciente que mi entrada en la política tuvo mucho que ver con esa presencia de mujeres que años atrás no teníamos", aseguraba María Gámez

La jefa de la Guardia Civil jaleó y participó en las manifestaciones del 8-M

La actual directora de la Guardia Civil, María Gámez, desaparecida en medio de la crisis abierta en la cúpula de la Benemérita tras la destitución del coronel Pérez de los Cobos por negarse a revelar información a Interior sobre la investigación judicial secreta del 8-M, admitía abiertamente en 2014 que su llegada al cargo de subdelegada del Gobierno en Málaga era consecuencia de la «política de cuotas». Se declaraba feminista y aseguraba estar «encantada» con la definición de «mujer-cuota».

Gámez se convirtió en 2008 en la primera mujer que ocupaba el puesto de subdelegada del Gobierno en Málaga, primera vez que ocurría en Andalucía. Un hito propiciado en buena parte por las políticas de paridad aplicadas por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero al amparo de la Ley de Igualdad de 2007. Que la llegada de Gámez a un alto cargo político estaba relacionada con la paridad y las «cuotas» era algo admitido abiertamente por ella, como dejó constancia en una entrevista en la cadena local ‘PTV Málaga’ en mayo de 2014. Por aquel entonces, Gámez preparaba su candidatura a la Alcaldía de Málaga por las listas del PSOE.

Tras ser preguntada por las circunstancias de su nombramiento en 2008 como subdelegada del Gobierno, Gámez admitió que «yo soy consciente que mi entrada en la política tuvo mucho que ver con esa presencia de mujeres que años atrás no teníamos. Así que yo estoy orgullosa. No me molesta esa frase tan fea, pero que esconde algo muy bonito detrás, de que una puede ser mujer-cuota». «No me importa haber sido una mujer-cuota. En absoluto. Es más, estoy encantada», insistió.

Desaparecida en plena purga

A día de hoy, María Gámez, como directora de la Guardia Civil, esta teniendo un papel fundamental en el cisma por el que atraviesa la cadena de mando de la institución a causa de lo que, internamente, se define como injerencias por parte del Ministerio del Interior y del Gobierno en una investigación judicial secreta encargada por la juez Carmen Rodríguez-Medel sobre la responsabilidad del Gobierno al permitir las marchas del 8-M. La juez ordenó expresamente a los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil la reserva sobre las diligencias de esta causa, por la que ya ha sido citado a declarar como investigado el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco.

En apenas 72 horas, la cúpula registró tres salidas precipitadas: a la destitución el domingo de Pérez de los Cobos (se lo comunicó la propia Gámez) por negarse a compartir información de la investigación judicial se unió la dimisión el martes del Director Adjunto Operativo (DAO), Laurentino Ceña.

El coronel Diego Pérez de los Cobos, purgado por Marlaska. (Foto: Efe)

Un día después dejaba su cargo el  teniente general Fernando Santafé, jefe del Mando de Operaciones (MOPS), el que debería haber sido el sucesor del teniente general Ceña según una norma no escrita que esta vez no se cumplió. De Gámez, la máxima autoridad de la Guardia Civil, no se sabe nada. «Se ha borrado del mapa en la crisis más grave del Cuerpo que recordemos», advierten fuentes de las asociaciones profesionales de la Guardia Civil.

«Igualdad» y «feminismo»

La que fue anunciada a bombo y platillo por el Gobierno el pasado mes de enero como la «primera mujer al frente de la Guardia Civil» accedió a su cargo enarbolando la bandera del feminismo. El Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, confiaba así el puesto a Gámez, que en 2018 con la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa había vuelto a ocupar el cargo de subdelegada del Gobierno en Málaga. Un año y medio en el que le tocó el rescate del niño Julen cuando este cayó en un pozo del municipio de Totalán, en enero de 2019. Ahí fue donde hizo buenas migas con el ministro.

Gámez, cuyo puesto hoy empieza a estar en entredicho, tomó posesión de su cargo el pasado 22 de enero. En su discurso en el patio de armas de la Dirección General de la Guardia Civil, ante la cúpula de la Guardia Civil ahora descabezada, Gámez lanzó un mensaje claro: «Soy feminista».

La recién nombrada directora general recordó que en el Cuerpo «sólo hay un 7,62% de mujeres» entre los 76.000 efectivos, que habría que acelerar la incorporaciones de mujeres y que «la igualdad» sería la palabra clave de su mandato.

La directora de la Guardia Civil, María Gámez, en la manifestación del 8M.

Alentó y participó en el 8-M

La directora general de la Guardia Civil jugó un papel importante en la promoción institucional del 8-M. Tres días antes de la marcha que ahora investiga la juez Carmen Rodríguez-Medel en Madrid por si hubo prevaricación del Gobierno al autorizarla con riesgo del contagio del coronavirus, la hoy jefa de la Benemérita animó a los manifestantes a participar en las concentraciones del Día de la Mujer. De hecho, ella lo hizo en Málaga tras la pancarta del PSOE.

En un vídeo publicado en El Periódico el 5 de marzo María Gámez aseguraba que ha podido «comprobar la dureza» de la violencia machista e insistía en que «convive con micromachismos», que a veces es a través del «lenguaje verbal y otras del no verbal». Explicaba que el machismo lo vive «con pequeñas cosas cotidianas que normalmente están asociadas a la caballerosidad o con un trato amable, pero que a veces tienen un tinte o un sesgo que hoy –en día en los parámetros que nos movemos de igualdad– no deberían existir».

La directora de la Guardia Civil, que representa a los más de 79.000 guardias civiles, decía haberse sentido acosada porque el machismo «está a la orden del día». De esta manera, animaba a los manifestantes a que se sumaran a las marchas feministas, que congregaron a 600.000 personas en 480 actos celebrados por toda España, donde lucían pancartas con el lema: «El patriarcado mata más que el coronavirus». Unos días después se decretó el estado de alarma debido a la crisis sanitaria. En España ya han fallecido casi 40.000 personas por el virus.