La maniobra de Sánchez y PNV para crear la selección ‘nacional’ vasca de pelota acabará en los juzgados
La Federación Española de Pelota Vasca presentará una demanda por graves irregularidades en el trámite
El acuerdo que da luz verde a esta selección 'nacional' vasca fue votado el sábado en una anómala reunión de la Federación Internacional de Pelota Vasca
Nuevo frente judicial a la vista para el Gobierno por una cesión pactada entre Pedro Sánchez y sus socios nacionalistas para mantenerse en Moncloa: la creación de selecciones deportivas nacionales al gusto del independentismo vasco y catalán. El pasado sábado, gracias a la reforma legal que pactó Sánchez con los nacionalistas en 2022, la Federación Internacional de Pelota Vasca aprobó sorpresivamente dar luz verde a la creación de la selección nacional del País Vasco en esa disciplina, lo que permitirá a Euskadi participar en competiciones internacionales como un país más y enfrentarse, por ejemplo, a la selección española.
La Federación Española de Pelota Vasca está preparando ya acciones judiciales contra esa polémica votación por considerarla un «pucherazo» y una «cacicada», plagada de irregularidades. La asamblea en la que se votó se celebró en sábado, en plenas navidades; el día de los Inocentes, para más señas. El acuerdo quiere rentabilizarlo especialmente el PNV, cuyo portavoz en el Congreso es Aitor Esteban, pero también los proetarras de Bildu.
La primera consecuencia directa de esa polémica votación ha sido la dimisión de quien hasta el sábado era vicepresidente tercero de la Federación Internacional de Pelota Vasca, el navarro Javier Trigo, que también es diputado de UPN en el Parlamento foral.
Él mismo ha confirmado a OKDIARIO que, «con toda seguridad», lo ocurrido va a acabar en los tribunales, con el impulso directo de la federación española que preside Julián García Angulo.
«Ha sido enorme el cúmulo de anomalías que se han producido en la toma de esta decisión que permite crear la selección vasca de pelota vasca», ha subrayado Javier Trigo. Para empezar, indica, se ha incumplido el artículo de los estatutos de la federación internacional que obliga a comunicar, con dos meses de antelación, los puntos que van a ser objeto de debate y votación en cada asamblea de dicha federación. «Es cierto que los estatutos permiten introducir un nuevo punto en el mismo momento de la asamblea siempre que se haga con el aval de los dos tercios de los presentes, pero es inaudito que se recurra a esta fórmula extraordinaria para introducir de nuevas, apresuradamente y sin comunicarlo previamente, un acuerdo del calado de permitir la incorporación de un nuevo socio a la federación internacional y hacerlo, además, sin permitir que en la reunión participe el país directamente afectado, en este caso España», subraya Javier Trigo.
Maniobra plagada de sospechas
De entrada, resulta cuando menos sospechoso que se convocara una reunión de la asamblea de la federación internacional en una fecha tan complicada como un sábado en plenas navidades, un 28 de diciembre, lo que ya hacía pensar que iba a haber ausencias significativas de algunas delegaciones, como así ocurrió. Y más extraño que algo que ahora se ha demostrado que llevaba tiempo fraguándose soterradamente se introduzca en el orden del día de forma sorpresiva, una vez iniciada la reunión.
Y no sólo eso. Además de no acudir las representaciones de seis de los catorce países que integran la Federación Internacional de Pelota Vasca –entre ellos Cuba, que tiene un fuerte peso en las votaciones porque le corresponden 7 votos ponderados, la más potente tras España, que ostenta 9–, cuando empezó la reunión se comprobó que, aún así, no estaba claro que hubiera una suma suficiente como para que la votación saliera adelante. Y, a la vista de ello, también sorpresivamente se decidió que el representante español no pudiera participar con los 9 votos ponderados que le corresponden. Se le prohibió alegando cuestionables argumentos jurídico-administrativos.
Para rematar, a dos de las delegaciones que sí acudieron se les rebajaron allí mismo los votos ponderados que disfrutaban hasta entonces. En toda esta maniobra participó el presidente de la federación internacional, que lideró la reunión del sábado, el francés Xavier Cazaubon.
¿Prevaricación?
Fuentes jurídicas han apuntado que Cazaubon podría arriesgarse incluso a ser inhabilitado si en el proceso legal que se va a emprender se certifica que la maniobra en la que ha participado es asimilable a un caso de prevaricación: adoptar una decisión injusta a sabiendas.
Respecto a qué acciones legales se van a emprender, y en qué instancias, todo apunta a que se va a presentar una demanda civil ante los tribunales españoles, dado que es en suelo español en la que radica la sede de la Federación Internacional de Pelota Vasca –en Pamplona, exactamente–. Y, además, la federación nacional a la que incumbe más directamente la polémica decisión es a la española. Eso sí, cabe también la posibilidad de, a la par, recurrir ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo internacional, con sede en Suiza, conocido como el TAS por sus siglas en francés.
Destaca el hecho, además, de que en la sospechosa votación que se produjo el pasado sábado se acordó también que la Federación Internacional de Pelota Vasca cree su propio tribunal de arbitraje, para esquivar al TAS.
«Es evidente que si se hubiera anunciado con dos meses de antelación que iban a debatirse y votarse en la reunión del 28 de diciembre tantos asuntos y de tanto calado, no habría habido tantas ausencias de miembros de la federación con derecho a voto, y mucho menos de países a los que les corresponden más votos ponderados», explica Javier Trigo. Al final, en la asamblea sólo estuvieron presentes 8 de los 14 países que integran esta federación internacional, y de esos ocho fueron seis los que apoyaron la creación de la selección ‘nacional’ vasca: Francia, Argentina, México, Bolivia, Venezuela y Perú. Votaron en contra Chile y Costa Rica.