Cañete tuvo que vender y declarar sus acciones en sólo tres semanas para poder ser comisario

Bandera de Europa frente al Parlamento Europeo
Bandera de Europa frente al Parlamento Europeo. (Foto: Getty)

El comisario de Medio Ambiente y Energía, Miguel Arias Cañete, tuvo que moverse rápido en el final del verano de 2014 para no perder el tren de la Comisión Europea. A su debilitamiento por el desliz ‘machista’ tras el debate con Elena Valenciano que le hizo bajar varios escalones en las quinielas de poder, se unió que la cartera para la que lo eligió Jean-Claude Juncker era absolutamente incompatible con sus intereses en empresas petroleras. Y lo peor, estas sociedades no estaban recogidas en su declaración de intereses como europarlamentario. En menos de tres semanas tuvo que declararlas, venderlas y volver a retocar el documento oficial sobre sus propiedades e inversiones ante la Eurocámara.

Esta declaración de intereses está hoy disponible en la página web de la Comisión, y en ella se puede seguir el rastro de los movimientos acelerados de Arias Cañete para ser un candidato elegible. Así, el 10 de septiembre de 2014, Juncker le comunicó que sería comisario de Medio Ambiente y Energía, y ese mismo día, según declaró el propio Cañete en su audiencia de idoneidad ante la Eurocámara, dio la orden de vender sus acciones en Petrolífera Ducar, donde ostentaba el 2,5% del capital, y en Petrologis Canarias, de la que poseía el 1,2%.

La venta se formalizó, según la declaración oficial del comisario español, ocho días después, el 18 de septiembre, menos de dos semanas de tener que comparecer ante el comité del Parlamento Europeo. Y con ambas operaciones, el ex ministro de Agricultura se embolsó 437.220 euros. Desglosado, de Petrolífera Ducar SL, Cañete vendió 85.349 acciones por 188.246 euros, y por las 23.585 acciones de Petrologis Canarias cobró 248.974 euros.

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Extracto de la declaración de intereses de Cañete ante la Eurocámara. (Clic para ampliar)

En esas semanas, el comisario electo aún tuvo que deshacerse de otra de sus posiciones, esta vez no económica sino ideológica. El 15 de septiembre renunció al patronato de la fundación FAES, del que formaba parte desde octubre de 2011.

Los movimientos del ex ministro llegaron a tiempo por poco. Es más, el propio Arias Cañete admitió en su comparecencia ante los eurodiputados el 1 de octubre que sólo el día anterior, martes 30 de septiembre, había actualizado su declaración de intereses oficial ante la Eurocámara.

Incluso, ante la insistencia de las preguntas de sus señorías a propósito de sus negocios petroleros y su relación con Havorad, una «empresa tapadera» según la Agencia Tributaria española, Cañete respondió en alguna ocasión airado: «he hecho un ejercicio de transparencia absoluta, pero si me están preguntando por más cosas y quieren conocer todas mis reuniones, cuando me consideren apto podrán verlo todo en mi página web».

En la declaración de intereses de Cañete se pueden obtener más datos interesantes. Por ejemplo, las participaciones que no vendió y que se supone que aún posee, pues no ha vuelto a actualizar el documento. Por ejemplo, 90.408 euros en acciones del BBVA, una posición testimonial de 35,22 euros en Mapfre y de 30 euros en Bamby Newco, y 108.818 euros en acciones del Banco Santander.

Además, el ex ministro de Agricultura declara la mitad de la propiedad de dos pisos y de un local comercial en Jerez de la Frontera. Y, por último, detalla las inversiones de su esposa, presidenta y dueña de la compañía Participaciones en agrícola Micaela Domecq SL además de administradora y poseedora de la firma Nova 19 SL. Nada decía de las compañías radicadas en Panamá ni de sus testaferros. Se supone, claro, que ya se había acogido a la amnistía fiscal aprobada por el Gobierno del que formaba parte su marido en 2012. Aunque Cañete también tuvo respuesta para eso: «estamos casados en separación de bienes».

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