España
Separatismo catalán

Las juventudes de ERC y la CUP acusadas de robar la ‘caja solidaria’ de la acampada separatista de Barcelona

Los responsables de la 'caja de solidaridad' recaudada durante los días en los que se ha prolongado la protesta niegan los hechos y aseguran que el dinero que se destinará a "diferentes luchas sociales y políticas".

Los jóvenes que todavía permanecen acampados en la plaza de la Universidad denuncian que las juventudes de Esquerra Republicana de Cataluña (JERC) y las de la CUP (Arran) han «robado el dinero de la caja de solidaridad» recaudada para financiar el mantenimiento de sus protestas, que algunos cifran en cerca de 30.000 euros.

En un comunicado oficial emitido por los líderes de la organización de la asamblea de la acampada protesta de Barcelona que, a diferencia de los responsables de las entidades juveniles separatistas, ha decidido continuar con el asentamiento que mantiene cortadas varias vías de la ciudad Condal, se acusa directamente a JERC y a Arran del «robo del dinero de la caja de resistencia y parte de las donaciones solidarias» que la acampada ha recogido durante los últimos diez días.

También aseguran que los mismos miembros de dichas entidades se han quedado con las claves asignadas a las cuentas de Twitter y de los grupos de Telegram. Ambos canales empleados por los convocantes de la acampada para comunicar las diferentes acciones acordadas y la evolución de la protesta orquestada contra la sentencia del ‘procés’  y la «represión» del Estado español.

Por su parte, los señalados de Arran niegan los hechos de los que están siendo acusados y aseguran que el dinero resultante de las aportaciones y donativos -que se ha ido acumulando durante la primera semana de acampada- será destinado a luchar contra «causas represivas» y que en los próximos días «se hará público qué porcentaje va a cada caja de resistencia».

La acampada indefinida arrancaba el pasado miércoles 30 de octubre, en la plaza Universitat de Barcelona, para reivindicar el «derecho de autodeterminación», el fin «inmediato» de la «represión» contra el movimiento independentista catalán, la puesta en libertad de los detenidos en los disturbios radicales de ‘Tsunami Democratic’, la «amnistía» de los golpistas catalanes condenados por el Tribunal Supremo y «que el presidente del Gobierno» en funciones, Pedro Sánchez, «se siente a negociar un referéndum».

A la gresca

Sin embargo y tras más de diez días ocupando la vía pública en Barcelona, algunas tiendas de campaña y elementos de soporte logístico han comenzado a desaparecer y los participantes en la acampada están a la gresca. Algunos de ellos no aprueban la decisión de desconvocar acordada por JERC y Arran  y por ello, aseguran los portavoces de ambas entidades «han respondido con agresividad y falsas acusaciones».

La evidencia es que, a esta hora, los separatistas acampados en la plaza Universidad de Barcelona no se ponen de acuerdo sobre la conveniencia o no de terminar la protesta indefinida. Si bien al menos un centenar de ellos,  la mayoría de encargados de la logística, especialmente de la cocina y la ‘caja de resistencia’ han abandonado el escenario.

La escisión se produjo tras una tensa asamblea que tuvo lugar anoche. Fuentes de Arran han detallado que durante la misma se acordó abandonar la plaza y sumarse a otras movilizaciones, como las próximas convocatorias del ‘Tsunami Democràtic’, porque consideran alcanzados los objetivos de la acampada.

Mientras tanto, otras fuentes afirman que grupos vinculados a las juventudes de las formaciones políticas ERC y la CUP propusieron anoche, de manera unilateral, dar por finalizada la acampada por problemas de seguridad dentro de la plaza y para continuar la protesta de forma descentralizada, con acciones simultáneas en los diferentes barrios de la ciudad Condal.

La asamblea finalizó sin acuerdo y una parte de los concentrados abandonó la acampada, tras desmontar sus tiendas y llevarse consigo, presuntamente, la recaudación de la ‘caja solidaria’ de resistencia, al tiempo que otro grupo continúa instalado en la Plaza Universidad, donde sigue impidiendo el paso de tráfico rodado y vehículos por la Gran Vía y la calle de Pelai.