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Justicia

El ex ministro de Justicia pide volver a la Audiencia Nacional tras 20 años sin poner una sentencia

El ex ministro de Justicia Juan Carlos Campo ya ha solicitado reincorporarse a su plaza en la Sala de Lo Penal de la Audiencia Nacional. El lunes, el mismo día que salía publicado su cese en el Ejecutivo de Pedro Sánchez, Campo solicitó formalmente al Consejo General del Poder Judicial volver a su plaza de magistrado. El problema es que no ha puesto una sola sentencia en más de 20 años.

El ya ex ministro entró como vocal del órgano de Gobierno de los  jueces en el año 2001, y permaneció allí hasta 2008. Hay que recordar que, en aquellos años, lo miembros del CGPJ tenían exclusividad, por lo que no ejercían en sus plazas de destino. De ahí, Juan Carlos Campo saltó a la política ejerciendo como secretario de Estado de Justicia entre el 2009 y el 2011, durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

A partir de ahí, le nombraron portavoz de Justicia del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso, cargo que ocupó en las últimas tres legislaturas hasta que, en 2020, Pedro Sánchez le nombró ministro de Justicia en sustitución de Dolores Delgado, a la que hizo fiscal general del Estado.

El uso de las puertas giratorias en el caso de los jueces que pasan por la política son harto conocidas. De hecho, levantan ampollas tanto entre los miembros de la carrera judicial, como entre el resto de personas que trabajan en Justicia. Ejemplo de lo anterior han sido algunas de las quejas que se han visto en redes sociales a raíz de hacerse pública la decisión de Campo de volver a la judicatura.

Puertas giratorias

El abogado penalista José María de Pablo, del despacho Más Calvet, afirmaba: «Me parece bien que un juez se pase a la política, pero debería estar prohibido el camino de vuelta. Ahora queda en entredicho su imparcialidad, más en un órgano (la Sala Penal de la Audiencia Nacional) que juzga casos con evidente carga política».

Otra de las prebendas que levantan ampollas entre los jueces y fiscales de España es el hecho de que, si un juez o fiscal se pasa años y años en la política, no pierde ninguno de los privilegios que tenía cuando se fue.