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Centro Cultural Municipal

Los directores de Conde Duque ordenaron retirar el detector de armas y explosivos porque “quedaba feo”

El plan de autoprotección del centro aconseja “tomar medidas para reducir el riesgo” en caso de amenaza terrorista pero los directores artísticos de Manuela Carmena han obviado el documento.

El escáner y el arco detector de metales del Centro Cultural Municipal Conde Duque están guardados en un sótano desde marzo de 2018 aunque el plan de seguridad aconseja tomar medidas.

Los directores artísticos del centro nombrados por Manuela Carmena en diciembre de 2017 (Miguel Oyarzun e Isla Aguilar) ordenaron quitar el escáner y el arco detector de explosivos y armas de la entrada principal del edificio a los pocos meses de su llegada al cargo al considerar que, según fuentes del propio centro, “quedaba feo”.

Oyarzun y Aguilar desembarcaron en el Conde Duque con “el proyecto de abrir la fortaleza del Conde Duque”, según sus propias palabras. Asimismo, desde el principio establecieron el lema “Toma Conde Duque” como sello de su nueva etapa.

La sorpresa para cuantos trabajan en el centro cultural es que parte del proyecto de “toma” de la “fortaleza” consistiera en reducir las medidas de seguridad del edificio, al ordenar que se liberara la entrada de los aparatos que detectan bombas y armas. Fuentes consultadas por OKDIARIO coinciden en que el escáner y el arco detector se quitaron en marzo de 2018, por lo que llevan ya cerca de un año en un sótano del centro.

La medida tomada por los directores artísticos no contó con ningún reparo por parte de los responsables de seguridad del Ayuntamiento ni de la empresa cultural Madrid Destino, a pesar de que España se encuentra en alerta 4 por amenaza terrorista.

Además, el Plan de Autoprotección, por el que se establecen las medidas para combatir los principales riesgos para el edificio, los empleados municipales y sus visitantes, clasifica como “aceptable” el peligro de amenaza terrorista y de paquete-bomba.

Este martes se presenta la programación de Conde Duque coincidiendo con el Pleno, una muestra de distanciamiento de la alcaldesa con los directores artísticos después de los últimos escándalos del centro, comentan las fuentes consultadas.

Extracto del Plan de seguridad. (Clic para ampliar)

Esta clasificación significa, según el mismo informe, que los riesgos “están adecuadamente controlados con las medidas que ya tomadas”, dando a entender que están en servicio los aparatos de detección de armas y explosivos.

En cualquier caso, si el plan hubiera tenido en cuenta que hace un año se retiraron estas máquinas, sus directrices ante un riesgo “aceptable” como el de un paquete-bomba recomiendan “tomar medidas para reducir el riesgo a un nivel tan bajo como prácticamente sea posible”.

El citado Plan reitera en sus “Protocolos de comunicación para la solicitud de ayuda externa” la posibilidad de que en Conde Duque se produzca la “detección de un paquete sospechoso de bomba”, dando por sentado que existen los medios materiales para esa detección, lo que no ha sido así durante el último año. Asimismo, especifica la forma de actuar ante la detección de una bomba.

El área de Gobierno de Cultura y Deportes, que dirige Carmena, modificó el Plan de Autoprotección el pasado julio a causa, precisamente, de los cambios realizados por Oyarzun y Aguilar en el auditorio, al quitar hasta nueve filas de butacas, lo que obligó a cambiar los aforos de ese espacio.

Aforo superior

Los nuevos aforos, según denuncia del PP, incumplen las instrucciones internas del Ayuntamiento que desde la tragedia del Madrid Arena prohíben celebrar espectáculos en edificios municipales con un aforo superior al aforo sentado.

La modificación del Plan recibió el pasado 31 de octubre el visto bueno de la Dirección General de Emergencias del Ayuntamiento. Todo ello sin que al parecer nadie haya advertido de que el centro se encontraba ahora más desprotegido ante la retirada del escáner y el arco detector de la entrada principal ordenada por los directores.

De hecho, el reciente concurso para la contratación de los servicios de seguridad en los edificios del área , que incluye Conde Duque, da por hecho que el centro cultural cuenta con dos arcos de detección de armas, al obligar a la empresa adjudicataria del contrato a que su personal disponga de un detector manual de metales por cada arco de detección de metales del que ya se disponga en los edificios.

Esta condición del contrato confirma que en Conde Duque dispone de dos arcos de seguridad, aunque estén guardados en un sótano, por razones “artísticas”.