España
ESCALADA RUSIA-OTAN

Interior no difundirá un manual civil ante ataques nucleares rusos como los que se reparten en Europa

Países europeos están difundiendo instrucciones a la población ante un hipotético ataque de Rusia que España no contempla

Rusia dispara a Ucrania el misil intercontinental que diseñó para ataques nucleares a capitales europeas

La tensión en la guerra entre Ucrania y Rusia va en aumento, y con ello la preocupación de la OTAN ante una respuesta nuclear por parte de Moscú. Los últimos movimientos de Vladímir Putin en ese sentido ha sido actualizar su doctrina nuclear. Además, Moscú ha lanzado contra Ucrania el primer misil intercontinental de la historia, con capacidad nuclear y alcance a las capitales europeas. No llevaba explosivos, pero el mensaje es claro. En plena escalada, países como Alemania, Suecia, Finlandia o Dinamarca han distribuido guías a la población sobre cómo actuar ante un ataque. En España, la competencia es de Protección Civil y del Ministerio del Interior, pero no se contempla la elaboración y difusión de un manual al respecto.

«En Suecia o en Finlandia hay verdadero pavor a un ataque nuclear de Rusia», señaló esta semana en el Congreso de los Diputados la ministra de Defensa, Margarita Robles. Las declaraciones se producían después del anuncio por parte del Kremlin de que se actualizaban los protocolos de disuasión nuclear y que, a partir de ahora, Rusia contempla responder con armamento nuclear a cualquier ataque con armas convencionales que ponga en riesgo «la integridad» del país. Un término ambiguo en el que podrían incluirse los ataques recientes de Ucrania con misiles ATACAMs estadounidenses o Storm Shadow británicos tras recibir luz verde de Washington y Londres. Material muy diferente al entregado por España y que lleva al Gobierno a concluir que España no será «objetivo» de un hipotético ataque.

Putin abre la puerta, además, a responder de forma nuclear contra aquellos países que faciliten esas armas convencionales con las que se ataque a suelo ruso. Una amenaza que algunos expertos circunscriben al campo de la pura disuasión, pero otros dan cierta credibilidad a la amenaza. Algunos países europeos parecen estar en el segundo grupo, el de países que se están tomando en serio el riesgo de un conflicto nuclear abierto.

Es el caso, por ejemplo, de Alemania. Berlín acaba de actualizar un documento reservado denominado Plan Operativo Alemania (Operationsplan Deutschland), en el que se especifica cómo debe realizarse la defensa civil y militar del país, así como las directrices a empresas e industrias para que el tejido productivo se mantenga en pie durante o tras un ataque de gran envergadura.

Guías ante ataques

En países como Dinamarca, Finlandia, Noruega o Suecia se han lanzado una serie de instrucciones y guías para, textualmente, «sobrevivir una semana» refugiados ante un posible ataque. La de Suecia, En caso de una crisis de guerra, es la más extensa y puede consultarse aquí. Está elaborada por la Agencia de Contingencias Civiles sueca, equivalente a la Protección Civil española.

«Vivimos tiempos inciertos. Los conflictos armados son frecuentes en nuestra parte del mundo», trasmite el gobierno sueco a sus ciudadanos en la guía. «Si Suecia es atacada, todo el mundo debe hacer su parte para defenderla», insisten. El manual enseña a cómo prepararse y actuar ante cualquier tipo de ataque, incluidos los de tipo nuclear.

Una de las imágenes que contiene la guía sueca de civiles acudiendo a un refugio civil, marcado con el símbolo universal de los cuerpos de Protección Civil.

«El elevado nivel de amenaza global aumenta el riesgo de que se utilicen armas nucleares. Durante los ataques en los que se utilicen armas nucleares, químicas o biológicas, cúbrete como lo harías durante un ataque aéreo. Los refugios de defensa civil brindan la mejor protección. Los niveles de radiación disminuirán drásticamente después de un par de días», indica la guía sueca.

Sin planes en España

En España, sin embargo, no existe actualmente ningún tipo de guía o manual sobre cómo debería reaccionar la población civil en caso de ataque o agresión militar por parte de un tercer país. Menos aún si ese ataque es de tipo nuclear. Tampoco hay planes para elaborarlo, tal y como ha sabido OKDIARIO.

«No se contempla la difusión de una guía o manual sobre cómo actuar en esos casos, sencillamente porque no existe. No está catalogado como tal en los planes de riesgo ni en los manuales de autoprotección», explican fuentes de Protección Civil a este diario. No hay, tampoco, una red de refugios aéreos tan desarrollada como en la Europa que vivió de pleno la incertidumbre de la Guerra Fría.

Entre los planes de emergencia civil del Ministerio del Interior, lo más próximo a la amenaza nuclear es la del escenario de accidente de tipo radiológico. 

«La posibilidad de que ocurra un accidente que, en el caso más desfavorable, pueda dar lugar a la liberación de sustancias radiactivas al exterior, no puede descartarse de forma absoluta. Entonces, el riesgo para la población derivaría de la posible exposición a la radiación proveniente de esas sustancias radiactivas, bien por acción directa, por su inhalación o por la ingestión de alimentos o agua contaminados, lo que podría llegar a afectar la salud de las personas», sostiene la guía de actuación ante riesgos tecnológicos de carácter nuclear.

Confinarse y tomar yoduro

El manual insta a informarse por la radio de cualquier evolución en un escenario de accidente nuclear y establece que «como medida de protección primaria, es conveniente permanecer confinado en el propio domicilio o en un lugar cerrado, para evitar la contaminación interna por inhalación, la contaminación externa y la exposición externa a la radiación durante la fase de emergencia»

«Hay que cerrar puertas y ventanas o cualquier otro hueco al exterior. Cubrir con paños húmedos las posibles rendijas y desconectar ventiladores y aparatos de climatización para evitar que entre radiación en el interior. Permaneciendo confinado se facilita la toma de yoduro potásico cuando las autoridades sanitarias lo indiquen», señala

Concluye la guía de Interior que «las autoridades pueden indicar la evacuación como otra medida de protección, paralelamente al confinamiento y a la toma del yoduro potásico. La evacuación ha de hacerse de forma ordenada con medios que dispondrá la administración pública o también con medios propios Si las autoridades indican la evacuación, es fundamental que se cojan los documentos, medicamentos y otras pertenencias indispensables, asegurándose de cerrar el agua, gas y otros suministros».

Rota y Torrejón

En el improbable -aunque cada vez menos- caso de que Rusia incluyese a España en un hipotético plan de ataque nuclear inminente, fuentes militares consultadas por OKDIARIO no dudan en señalar dos emplazamientos que, por su carácter estratégico para la OTAN, podrían ser potenciales objetivos de los misiles rusos.

Se trata de la base naval de Rota, en Cádiz, sede del escudo antimisiles naval que Estados Unidos desplegó hace ya una década. Un escudo embarcado en cuatro destructores norteamericanos que se desplegaría en caso de ataque con misiles balísticos internacionales contra Europa. Además, cabe recordar que Rota está considerada una base de primer nivel estratégico para la logística militar de Estados Unidos en Europa y Oriente Medio, así como la cercana base aérea de Morón de la Frontera.

Por otra parte, la base madrileña de Torrejón de Ardoz es otro de los puntos neurálgicos de la actividad de la OTAN en España. Allí se encuentra el búnker del CAOC (Centro de Operaciones Aéreas Combinadas), desde el que se controla el tráfico aéreo y las operaciones militares en el sur de Europa y Mediterráneo, alcanzando la zona del Mar Negro.

España, que no accedió a la OTAN hasta 1982, cuando la Unión Soviética enfilaba sus años finales, no desarrolló planes de defensa o emergencia civil como los generalizados en toda Europa. Pero eso no significa que no haya estado bajo la amenaza de los misiles soviéticos. Cabe recordar que Felipe González cambió su postura sobre la OTAN, abandonando el ‘de entrada, No’ para militar en el sí, cuando al llegar a Moncloa se le enseñó «hacia donde apuntaban» los misiles con ojivas nucleares rusas, tal y como confesaría años más tarde.