España
MANIFESTACIÓN CHUECA

El informe policial de la marcha neonazi revela agresiones mientras la delegada insistió en no disolverla

Mientras la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, ha puesto como excusa para no disolver la manifestación neonazi que el pasado sábado discurrió con su beneplácito por las calles de Chueca que hacerlo hubiera provocado una «batalla campal» y ha insistido en que ésta se celebró «sin incidentes», OKDIARIO ha tenido acceso en exclusiva al informe policial que desmonta por completo sus argumentos.

La Brigada Provincial de Información de la Jefatura Superior de Policía de Madrid elaboró el pasado lunes, a instancias de la Fiscalía de Madrid que investiga lo sucedido, un informe en el que detalla la realidad de lo que sucedió en esa marcha, con peleas y agresiones incluidas.

Lo más llamativo del documento radica en que recoge, además de los conocidos gritos homófobos y racistas, enfrentamientos que han sido obviados por completo por la Delegación del Gobierno.

Así, en primer lugar señala que vecinos de la calle San Bartolomé se asomaron a los balcones al paso de la marcha, de clara estética neonazi, para increpar a los manifestantes que estaban profiriendo gritos como «¡fuera sidosos de Madrid!» o «¡fuera maricas de nuestros barrios!», arrojándoles agua y chillándoles «¡fuera fascistas!».

Según testigos presenciales llegaron incluso a lanzarles orines por las ventanas, aunque ese extremo no lo recoge el informe policial.

Informe de la Policía.

Además, el informe recoge que durante la manifestación, que comenzó en la Plaza de Chueca y discurrió por las calles de Barbieri, Augusto Figueroa, San Bartolomé, Plaza Pedro Zerolo, Clavel, Gran Vía, Plaza de Callao, calle del Carmen y Puerta del Sol, se hizo uso de «artefactos pirotécnicos como botes de humo y bengalas».

Pero el episodio de mayor violencia de la marcha tuvo lugar al término de la misma cuando, tal y como señala el documento, 11 personas, según testigos presenciales antifascistas, propinaron una paliza a uno de los manifestantes al grito de «¡Viva Lenin!», hasta dejarle inconsciente.

El agredido tuvo que ser trasladado al Hospital Universitario La Princesa en el que le diagnosticaron las lesiones de fractura de hueso nasal y fractura de suelo orbitario.

Informe de la Policía.

La marcha contó con la afluencia de dos centenares de personas que portaban, tal y como refleja el informe, diferentes banderas: «Bandera rojigualda sin el escudo constitucional, bandera de Moldavia, bandera negra con la cruz céltica, el escudo de Alcalá de Henares con la leyenda ‘Defiende Alcalá’, bandera negra con la leyenda ‘Frente a su impostura, nuestra voz’, bandera con el escudo de la División Azul y bandera de la formación política ‘España 2.000’». Asimismo, se exhibieron la pancartas con las leyendas «Di no a las Agendas 2030/2050» y «En Madrid ni bandas latinas ni menas», ambas firmadas por la Agrupación de asociaciones vecinales de Madrid «Madrid Seguro».

Informe de la Policía.

Fuentes de las organizaciones que convocaron la manifestación han afirmado a este periódico que ésta se produjo precisamente en el barrio de Chueca, la zona gay de Madrid por antonomasia, porque la protestaba giraba en torno al punto de la Agenda 2030 que recoge la implementación de políticas y leyes de género. Según afirman estas mismas fuentes, la delegada tenía conocimiento de sobre de quiénes eran los convocantes y cuáles eran sus intenciones.

Toda una serie de evidencias que ponen de manifiesto la peligrosidad de una manifestación que, sin embargo, la Delegada del Gobierno se empeñó primero en no prohibir y después en no disolver. ¿Por qué?