España

Illa se negó en la Interterritorial a que las autonomías votaran poder hacer confinamientos

El presidenciable socialista apostó por anteponer sus intereses electorales al aumento de contagios que está provocando la pandemia

La cogobernanza de Pedro Sánchez frente al Covid se resume en dos hechos: el primero, la negativa del Gobierno central a dar poder a las comunidades autónomas para que puedan adoptar medidas más duras; el segundo, cómo se adoptó esta medida. Fuentes autonómicas consultadas por OKDIARIO señalan que el Consejo Interterritorial que adoptó esta medida el pasado miércoles lo hizo sin aceptar que los responsables regionales pudiesen votar.

Traducido: el ministro Salvador Illa tenía claro que no se cedería a la reclamación mayoritaria de las autonomías españolas e impuso su deseo sin más. Una extraña forma de ejecutar la anunciada «cogobernanza» del Gobierno socialcomunista.

Las comunidades autónomas se han quedado sin poder adelantar el toque de queda a las ocho de la tarde, tal y como reclamaban de forma mayoritaria. Pese a que existía un consenso generalizado entre los Gobiernos regionales para modificar el estado de alarma, este pasado miércoles, el ministro de Sanidad y candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, Salvador Illa, rechazó la propuesta. El presidenciable socialista apostó, así, por anteponer sus intereses electorales al aumento de contagios que está provocando la pandemia.

Ahora se sabe que la imposición sobre el toque de queda lo fue sin paliativos. Sin votación. Porque Salvador Illa sabía que perdería. El Consejo Interterritorial puede someter sus decisiones a votación. Así se hizo, por ejemplo, en la famosa reunión que determinó el conocido como semáforo para aplicar en cada autonomía las distintas fases de restricción. Allí se determinaron los criterios para endurecer la limitación de actividades como la hostelería o la libre circulación dependiendo de la incidencia acumulada y otros criterios. Esa fue la reunión clave, de hecho, para aplicar el cierre perimetral a la Comunidad de Madrid a la vuelta de vacaciones. Y esos criterios sí se sometieron a votación. Ahora se ve que, probablemente, porque Salvador Illa sabía que su criterio saldría vencedor. Porque cuando ve que pierde, prefiere salir airoso a respetar la cogobernanza.

Toque de queda

Fuentes autonómicas destacan que «es obvio lo que pasa. Nosotros habíamos reclamado endurecer el Real Decreto del estado de alarma para poder aplicar medidas más restrictivas. Pero claro, si se aplican confinamientos, ¿cómo va a justificar el Gobierno y Salvador Illa en primera persona la apertura de los colegios electorales para celebrar las votaciones catalanas mientras se obliga a la gente a estar en casa para la mayoría de cuestiones?”.

Salvador Illa sabía que perdería la votación, que se generaría un enorme debate y que sería injustificable el mantenimiento de las elecciones en la fecha en la que quiere el PSOE. Y optó por no permitir decidir a nadie. A nadie, más que a él mismo. En la reunión del Consejo Interterritorial de Sanidad celebrada en el Palacio de San Telmo de Sevilla, Illa defendió ante las comunidades que ya disfrutan de margen suficiente de actuación con el actual decreto. Y que, con ello, pueden pelear con eficacia e incluso aumentar más las restricciones existentes.

Un argumento difícil de sostener a la vista del brutal aumento de la incidencia de la enfermedad. Pero lo cierto es que, con este argumento, el ministro-candidato cerró la puerta a armonizar las medidas a las del resto de países europeos. Y, sobre todo, se negó a liderar y coordinar las medidas contra el Covid.

Salvador Illa, que este pasado lunes se manifestaba favorable a una modificación del decreto para poder adelantar el toque de queda, cambió de posición este martes tras suspenderse cautelarmente el aplazamiento de las elecciones catalanas. Él niega cualquier relación entre un hecho y otro.
El máximo responsable de la lucha contra la pandemia, que mantiene que «la cogobernanza es un liderazgo compartido», trasladó a los consejeros autonómicos que «el arsenal de medidas» del que disponen es suficiente para hacer frente a la tercera ola. Según él «la cogobernanza está funcionando».

Nueva oleada

Salvador Illa, además, se mostró convencido de que España superará esta nueva oleada de contagios de la misma forma «que se ha conseguido derrotar la segunda, aplicando las medidas que estamos aplicando». Entre otras medidas, recordó el ministro, las encaminadas a limitar la movilidad o los horarios comerciales y de otras actividades como la hostelería.
Andalucía, Murcia, Castilla y León, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana habían abanderado la petición al Gobierno para reformar el actual decreto en del estado de alarma.

El texto, en vigor hasta el mes de mayo, deja un estrecho margen a las comunidades a la hora de aumentar las restricciones para frenar la pandemia, según denuncian los gobiernos autonómicos. Por eso, las administraciones territoriales, exigen más herramientas al Ejecutivo. Entre las peticiones de las regiones, además de la posibilidad de adelantar el toque de queda, también hay la de confinar domiciliariamente a los ciudadanos si la situación lo requiere, algo que Moncloa rechaza de plano. Las medidas solicitadas por las autonomías gozan de amplio respaldo en todas las regiones y Salvador Illa sabía que en una votación habría respaldo mayoritario de las autonomías que lideraban la petición y de las que pretendían sumarse.

El ministro quiere llegar al final de su mandato sin tener que asumir el desgaste que supone la gestión diaria de la pandemia. Por ese motivo, este pasado miércoles, cambió radicalmente la posición que defendía desde el pasado viernes y hasta el lunes, cuando las elecciones catalanas habían quedado aplazadas. Ahora el Gobierno vuelve al escenario de principios de enero, tras su nombramiento como candidato, de aparentar que la situación está controlada y de defender que el marco jurídico actual es suficiente para frenar la pandemia.