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Guardia Civil

La Guardia Civil caza en Barcelona a un narco peligroso y los vecinos se quejan del ruido del helicóptero

Barcelona. Una operación de la Guardia Civil contra el narcotráfico se convierte en un gran éxito a nivel mundial: entre los detenidos este martes está el líder marroquí de una de las bandas de drogas más activas de todo el planeta. Sin embargo, el enorme operativo policial desplegado ha indignado a muchos barceloneses. Muchos se quejan de que el ruido del helicóptero de la Guardia Civil, vital en la operación, les ha despertado de madrugada.

Dos hechos que, aislados, resultan significativos de la situación de seguridad en la que vive Barcelona. El primero, el hecho de que uno de los narcos más buscados de todo el mundo haya encontrado refugio estable en la capital catalana, a la que había adoptado como centro de operaciones para Europa. Y el otro, que la presencia de la Guardia Civil en las calles y cielos de Barcelona para una operación de tal envergadura haya sido lo que realmente ha molestado a muchos.

La caída de este grupo de narcos en Barcelona es un éxito policial internacional. El marroquí era una obsesión de la Europol desde hacía casi un lustro, pero su pericia para no ser detectado le convertía en un objetivo muy complicado para las policías europeas. Fue una investigación de la Guardia Civil contra el clan de Los Castaña, uno de los más activos del narcotráfico patrio, la que puso sobre la pista de este ciudadano marroquí. Él era el principal proveedor del hachís y la cocaína que movían Los Castaña por España.

Cazado por la Guardia Civil

Ni Bélgica ni Francia habían logrado dar con este sujeto, de máximo interés para quienes dedican su vida a acabar con el narco. Lo hizo la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Tenían fichados a un grupo de marroquíes de Poble Sec, residentes en Barcelona, que parecían mover los hilos de la cocaína a gran escala. Y efectivamente, conviviendo con ellos, escondido, estaba el premio gordo. El líder de la organización al que todos querían dar caza.

Con precisión quirúrgica, agentes de la Unidad Especial de Intervención (UEI) y del Grupo de Acción Rápida (GAR) se lanzaron de madrugada al asalto de la vivienda donde convivía el grupo. La detención fue rápida e indolora, y la célula, que hasta entonces había generado quebraderos de cabeza en toda Europa, quedó desarticulada.

Un helicóptero sobre Barcelona

Por encima de las cabezas de los agentes de la Guardia Civil que conducían a los detenidos sobrevolaba un helicóptero del cuerpo policial. Había sido específicamente trasladado hasta Barcelona para seguir, desde el aire, toda la operación. En caso de problemas o de fugas, daría caza a los sospechosos.

Con una cámara térmica, el aparato enviaba además imágenes en directo a la comandancia de Barcelona, donde los mandos coordinaban la operación y tomaban decisiones al momento. Observadores policiales de toda Europa también seguían en directo del resultado del golpe contra el narco. El prestigio y la buena fama internacional del cuerpo también estaban sobre la mesa.

«No se respeta el descanso»

Sin embargo, no todos festejaron la operación y el éxito. Los vecinos de Barcelona, especialmente de la zona de Poble Sec, se lanzaron iracundos a las redes ante la presencia del aparato de la Guardia Civil. Desde primera hora de la mañana comenzaron a llegar decenas de mensajes de indignación por su presencia por no tener «respeto por el descanso, la salud ni la seguridad de los ciudadanos».