España
FIESTA NACIONAL

Gritos de apoyo al Rey Felipe, aplausos a la Familia Real y banderas de España en la Fiesta Nacional

Cientos de ciudadanos se han acercado al Palacio Real para expresar su apoyo a Don Felipe y a la Familia Real.

Cientos de ciudadanos se han acercado este mediodía al Palacio Real, en Madrid, para unirse a la Fiesta Nacional y expresar su apoyo al Rey Felipe, a la Familia Real y a la Monarquía, como eje fundamental de nuestro sistema constitucional. Los presentes han repetido «¡Vivas!» al Rey y gritos de apoyo a la Familia Real. Numerosas personas se han concentrado en el acceso al Patio de la Armería. Concordia Real Española se ha unido también situándose frente a la fachada principal del Palacio Real, en la plaza de Oriente, por donde han entrado y salido los Reyes con su comitiva oficial.

La plataforma ciudadana -que aglutina a personas de todo el espectro ideológico y que tiene implantación en todas las provincias españolas- se ha situado allí con numerosas banderas de España, algunas con el escudo real, y una pancarta con el lema: «Monarquía es Democracia». Es la manera con la que quiere mostrar en este 12 de Octubre, su apoyo a la institución y al Rey Felipe «como pilar esencial de nuestra democracia constitucional».

Los «Vivas al Rey» han sido constantes mientras en el Patio de la Armería se celebraba el acto oficial presidido por el Rey Felipe, con la presencia de la Reina Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. Al acto ha asistido el Gobierno en pleno, incluido el vicepresidente segundo Pablo Iglesias y todos los ministros de Podemos.

En las últimas semanas, las declaraciones antimonárquicas de los miembros podemitas del ejecutivo se han incrementado, especialmente, desde que el presidente Pedro Sánchez impidiera al Rey, a finales de septiembre, asistir en Barcelona a la entrega de despachos de la nueva promoción de jueces en la Escuela Judicial. En aquel acto, Carlos Lesmes, presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, hoy presente en el Palacio Real, expresó su malestar por la ausencia del Rey y después comentó que Don Felipe le había llamado para decirle que «le hubiera gustado estar en Barcelona». Aquello provocó la reacción airada de los ministros de Podemos. Alberto Garzón acusó, incluso, al Rey de saltarse su papel constitucional de arbitraje e interferir en la labor del ejecutivo.

Concordia Real Española presentó ante el Defensor del Pueblo un escrito por vulneración de los derechos fundamentales y por disfuncionalidad de los poderes públicos, ante el veto del Gobierno a la presencia del Rey en Barcelona, amparándose en el artículo 117 de la Constitución Española que dice: «La Justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey».

Concordia Real Española ha destacado en los últimos meses en acompañar y apoyar las visitas reales a distintos puntos de España. También en defender en los tribunales a la institución, especialmente, frente al desafío independentista en Cataluña. Su objetivo es apuntalar el presente y el futuro de la monarquía parlamentaria en nuestro país y de consolidar los valores de convivencia que emergen del sistema constitucional de 1978. Concordia Real Española presentó ante la fiscalía del Tribunal Constitucional, hace pocas semanas, un escrito solicitando el inicio de diligencias contra la resolución del 7 de agosto del Parlamento de Cataluña en la que se reprobaba al Rey Felipe VI.

Este verano también solicitó la apertura de diligencias de la fiscalía de la Audiencia Nacional contra los líderes del BNG, Ana Pontón; de ERC, Pere Aragonés y de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez. También, contra a la dirigente de Bildu, Merche AIzpurua; la periodista y escritora Cristina Fallarás y el bloguero Miguel Sánchez, por diversas manifestaciones que podrían suponer un delito de injurias y calumnias, tanto a Don Felipe como al Rey Don Juan Carlos.

Con este tipo de actuaciones, Concordia Real Española pretende acabar con la impunidad de quienes, amparados -dicen- en un «torticero» sentido de la libertad de expresión, se proponen socavar el prestigio de la Monarquía ante su escasa capacidad de defensa. También, quieren promover un correcto funcionamiento de las instituciones de acuerdo con los principios que dicta la Constitución.