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Albares respeta la «decisión soberana» de Venezuela y rechaza calificar al régimen de «dictadura»

"Venezuela es un país hermano", defiende el Ejecutivo central

El Gobierno de Pedro Sánchez respeta la «decisión soberana» de Venezuela de convocar al embajador español en Caracas y llamar a consultas a su representante diplomática en Madrid. Así lo ha expresado el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, que se ha abstenido también de calificar de «dictadura» al país latinoamericano gobernado por Nicolás Maduro. La ministra de Defensa, Margarita Robles, sí que llamó «dictadura» al régimen chavista, después de que Venezuela le declarase «la guerra» a España, por boca del presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, hermano de la vicepresidenta de la nación, Delcy Rodríguez.

«Convocar a un embajador, yo lo he hecho en varias ocasiones, y llamar a consultas son decisiones soberanas de cada Estado y por lo tanto no hay nada que comentar», ha asegurado Albares sobre esta cuestión. «Lo que sí le puedo decir es que nosotros trabajamos para tener las mejores relaciones posibles con el pueblo hermano de Venezuela. El pueblo español se siente tremendamente cercano al pueblo venezolano, como a todos los pueblos de América Latina, con los que tenemos relaciones absolutamente fraternales que van mucho más allá que las que podamos tener con cualquier otro grupo de países en el mundo», ha apostillado sobre la relación del Gobierno de Sánchez con Venezuela.

Además, el ministro de Asuntos Exteriores ha evitado calificar de «dictadura» al régimen chavista liderado por Nicolás Maduro debido a que él no es ni «catedrático de derecho constitucional» ni «un politólogo». «Los ministros de Asuntos Exteriores somos la última persona que tiene que entrar a poner cualquier tipo de calificativos», ha defendido. «Venezuela es un país hermano con el que España quiere tener en beneficio del pueblo venezolano y del pueblo español las mejores relaciones, relaciones absolutamente fraternales y lo que nosotros queremos para Venezuela es lo mismo que lo que quiero para España: democracia, libertad, justicia social, crecimiento económico, y por eso vamos a trabajar», ha esgrimido.

Estas declaraciones de José Manuel Albares se producen después de que Venezuela haya convocado al embajador español en Caracas, Ramón Santos, y haya llamado a consultas a su representante diplomática en España, Gladys Gutiérrez, como réplica a unas «insolentes, injerencistas y groseras» declaraciones realizadas por la ministra de Defensa, Margarita Robles, que en un acto se refirió al Gobierno de Nicolás Maduro como una «dictadura» por el exilio de millones de venezolanos contrarios al régimen chavista.

«Recuerdo a los hombres y mujeres de Venezuela que han tenido que salir de su país, precisamente por la dictadura que viven», afirmó Robles este jueves durante su intervención en el acto de presentación de la novela de Julia Navarro El niño que perdió la guerra. En este evento también estuvieron presentes el ex presidente del Gobierno Felipe González, el juez Manuel Marchena y la recién nombrada presidenta del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Isabel Perelló, entre otras personalidades. Estas declaraciones discrepan con las realizadas este viernes por José Manuel Albares. «Los ministros de Asuntos Exteriores somos la última persona que tiene que entrar a poner cualquier tipo de calificativos», ha recalcado en una entrevista concedida a RNE.

«Declaración de guerra»

Las relaciones diplomáticas entre España y Venezuela se encuentran en un punto crítico, después de que Edmundo González, que se encuentra en España después de que el Gobierno de Sánchez le concediese asilo político pero sin reconocerle como presidente electo de Venezuela, fuese recibido este jueves por el jefe del Ejecutivo en La Moncloa.

Este miércoles, la Asamblea Nacional de Venezuela, controlada por Maduro, propuso una resolución para romper «todas las relaciones» diplomáticas y comerciales con España, después de que el Congreso de los Diputados, por iniciativa del PP, reconociese a Edmundo González como el vencedor de las elecciones presidenciales venezolanas del pasado 28 de julio.

Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento venezolano, pidió al resto de diputados a romper relaciones con España. «Que se vayan de aquí todos los representantes de la delegación del Gobierno del Reino de España y todos los consulados y todos los cónsules. Este es el atropello más brutal del reino de España contra Venezuela desde los tiempos en que luchamos por nuestra independencia», afirmó el también hermano de Delcy Rodríguez.

El mandatario chavista aseguró que el reconocimiento a González en el Congreso de los Diputados equivale a «una declaración de guerra» de España contra Venezuela. «Y si no respetan, ¿qué necesidad tenemos nosotros de tener relaciones diplomáticas?», planteó Rodríguez.