España

Garzón renuncia a fichar por Acento, el lobby de José Blanco, tras recibir presiones de IU y Sumar

El ex líder de IU tenía previsto asumir la Dirección de Prospectiva GeoPolítica de Acento 

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El ex ministro de Consumo y ex coordinador de Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón, no se incorporará finalmente a Acento, la consultora sobre asuntos públicos fundada y dirigida por el ex dirigente socialista José Blanco, por las presiones recibidas desde Sumar e Izquierda Unida tras conocerse este lunes su fichaje.

«Tras la incomprensión suscitada en el espacio político, y con la intención expresa de no dañar a las organizaciones a las que tanto tiempo y energía he dedicado de mi vida, anuncio mi renuncia a incorporarme como tenía previsto», ha anunciado Garzón en sus redes sociales, tras la información sobre su renuncia adelantada este martes por OKDIARIO.

En una extensa carta, el ex dirigente de IU reconoce que la decisión de su fichaje «despertó un enorme revuelo en el ecosistema de izquierdas, incluyendo a las formaciones y los espacios políticos»a los que, señala, ha dedicado todas sus energías durante los últimos 12 años, «esto es, Izquierda Unida, Unidas Podemos y Sumar».

«La impresión general, según me confirmaron diferentes dirigentes políticos, era que se trataba de una decisión que afectaría negativamente a las organizaciones del espacio político», continúa Garzón en la misiva.

«Ante esta incomprensión, y antes de llegar a un punto en el que pueda hacer daño al espacio político por el que tanto he trabajado, anuncio con este mensaje que he renunciado a incorporarme a Acento tal y como tenía previsto. No quiero que mi decisión personal perjudique a mis antiguos compañeros y compañeras de militancia en su necesaria misión de lograr el mejor resultado posible en las futuras convocatorias electorales. Siempre he antepuesto el interés colectivo sobre el interés personal y considero que debe seguir siendo así», añade.

No obstante, Garzón también considera que «la izquierda tiene que reflexionar sobre cómo trata a los hombres y mujeres que dedican su tiempo, su energía y su vida, en resumidas cuentas -lo más preciado que tenemos- a los proyectos colectivos». «Si algo he aprendido es que la política es una trituradora de personas», subraya.

En la carta también explica cómo se gestó su fichaje: «Tras 12 años llenos de buenos momentos, pero también de mucho estrés, ansiedad y de falta de tiempo para estar con mi familia, los amigos o simplemente disfrutando de la vida, anuncié que me dedicaría profesionalmente a contribuir en la lucha por un mundo ecosocialista desde diversos espacios».

«Ello incluía, como ya anuncié, la escritura de libros, la publicación de artículos, la celebración de conferencias, la presentación de mi tesis, dar algunas clases en la universidad y, entre otras cosas más, la asesoría profesional en materias de las que, considero, tengo conocimientos suficientes. Varias consultoras me hicieron llegar ofertas y la de Acento encajaba muy bien en ese propósito. Podría asesorar a entidades de la sociedad civil en materias como la ecología, la economía, los retos del futuro y el análisis político y legislativo. Ésas iban a ser mis tareas en la consultora, cuyo CEO y su equipo se han portado magníficamente bien conmigo y para quienes esta situación es particularmente injusta», concluye.

Garzón -que es economista y cuenta con un posgrado en Economía Internacional y Desarrollo- tenía previsto asumir la Dirección de Prospectiva GeoPolítica de Acento próximamente -previsiblemente antes de Semana Santa- una vez que la Oficina de Conflictos de Intereses lo autorizase, dado que este trámite es preceptivo para nuevas actividades de ex altos cargos del Gobierno. Pretendía compatibilizar este trabajo con sus proyectos de carácter académico, así como colaboraciones con medios de comunicación.

Salida de la política

El ex dirigente político dejó la primera línea política hace unos meses, renunciando a presentarse a las elecciones generales tras 12 años como diputado. Al acabar su mandato en el anterior Ejecutivo de coalición, en diciembre del año pasado formalizó su dimisión al frente de IU, donde ostentaba la coordinación federal desde 2016.

En una carta a la militancia de IU, explicó entonces que su renuncia al frente del partido era una decisión «muy meditada» y que formaba parte de la hoja de ruta que personalmente asumió hace tiempo. También dijo que la política entraba en una nueva fase tras las generales y que daba «un paso a un lado», para hacer política desde la «trinchera», como un militante de base.

«Durante todos estos años he visto lo mejor y lo peor de la política, y ambas cosas me han atravesado implacablemente», reconoció a su militancia.

La consultora Acento tiene como CEO y socio fundador a José Blanco, ex ministro y ex secretario de Organización del PSOE durante la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero al frente de la formación socialista.

En su organigrama también figura como presidente el ex dirigente del PP Alfonso Alonso. La firma, que se define como consultora especializada en el ámbito público, celebraba el fichaje de Garzón para «potenciar la diversidad y la perspectiva del servicio a los clientes» en «tiempos singulares que requieren de un angular lo más amplio posible».

Garzón recibe actualmente una indemnización de 5.165,22 euros al mes, correspondiente a su cargo de ex ministro, de acuerdo con la Ley 3/2015 del alto cargo en la Administración del Estado.

Durante su paso por el Gobierno de coalición demostró su afinidad a Yolanda Díaz en su enfrentamiento con Pablo Iglesias. En respuesta, la vicepresidenta segunda facilitó la incorporación al actual Ejecutivo de Sira Rego, actual ministra de Juventud e Infancia y sucesora de Garzón al frente de IU.

En su etapa como ministro, Garzón protagonizó varias polémicas, como cuando recomendó a los españoles reducir el consumo de carne porque «perjudica a la salud y al planeta» al generar la ganadería el «14,5% de los gases de efecto invernadero».

También impulsó una campaña muy comentada, la «huelga de juguetes», para que los niños y niñas utilizasen los juegos sin distinción de género. Igualmente, prohibió la publicidad de alimentos considerados «poco saludables» en horario infantil, canales dirigidos específicamente a menores o plataformas digitales con público menor de 16 años.