García-Castellón: «El poder usa cloacas para desprestigiar a los jueces cuando no le gustan sus decisiones»
El magistrado denuncia las presiones del poder a los jueces: "Es un aviso a los jueces más jóvenes"
García-Castellón avanza que se va a personar como perjudicado en el caso de la ex militante socialista Leire Díez
El magistrado Manuel García-Castellón (Valladolid, 1952), instructor de casos de gran relevancia como el caso Tsunami, el caso Lezo, el caso Púnica, el caso Banesto, sumarios por kale borroka o, entre otros muchos, el caso Villarejo, ha denunciado en una entrevista con OKDIARIO el uso de métodos sucios para desprestigiar a los jueces que investigan al poder.
«Cuando las decisiones que adoptan los jueces no gustan al poder, hay descalificaciones, acusaciones de lawfare, de corrupción, de prevaricación, y después la utilización de cloacas para intentar desprestigiar tanto personal como profesionalmente al juez que se está atreviendo a hacer una investigación», ha alertado el magistrado, que presenta su libro Habla, para que se conozca. García-Castellón advierte de que estas presiones buscan lanzar un aviso intimidatorio: «Se lanza un mensaje a los demás jueces y sobre todo a los jóvenes: cuidado con lo que usted toca, porque si toca determinadas cosas puede tener problemas. Y usted, juez, está usted solo. No le ampara nadie, no tiene protección ninguna».
PREGUNTA: ¿Qué le impulsó a escribir este libro?
RESPUESTA: Me sentí arrastrado a ello porque yo no lo había pensado, pero me convencí de que había buenas razones. Había dos puntos: uno personal, porque creo que he vivido experiencias a lo largo de muchos años que han sido momentos históricos en la vida española y de alguna forma he sido testigo de los mismos. Y en segundo lugar, por el grave momento político que vivimos, donde cuando las decisiones que se adoptan por los jueces no gustan al poder, lo que hay son descalificaciones. Por no hablar del asunto de la amnistía, la supresión de la sedición, la reforma –hasta casi hacerla desaparecer– de la malversación, las campañas mediáticas cercanas a los poderes para desprestigiar a ese juez… Con ello lo que se hace es lanzar un mensaje a los demás jueces. Por lo tanto, oiga, juez, relájese usted, por favor. Por eso consideraba imprescindible escribir el libro.
P: También inició un procedimiento contra una antigua ministra, Ione Belarra. ¿Puede hablarnos de ello?
R: No se puede decir gratuitamente a un señor prevaricador y corrupto si no ha habido ninguna sentencia en ese sentido. Y no solamente no la ha habido, sino que algún delincuente me interpuso una querella por prevaricación que fue rechazada por el Tribunal Supremo y, por lo tanto, como no tiene ninguna sustancia, pues naturalmente que lo que hago es ejercitar la acción correspondiente de protección al honor. Por supuesto, está siguiendo su curso y no voy a hablar más de ello porque eso queda en manos del juez.
P: ¿Cree que estamos en el peor momento de la Justicia? ¿Ese ataque a la independencia ha llegado a cotas insólitas?
R: No creo que sea el momento, ni el mejor. Quiero decir, es un momento malo. Evidentemente, no es bueno. Pero a mí tanto como eso me preocupa la extraordinaria lentitud de la Justicia. Porque al final el ciudadano modesto y normal que se acerca a pedir justicia en el ámbito penal, civil, mercantil, contencioso administrativo… se encuentra con que las respuestas llegan muchos años después y eso no hay quien lo aguante. Y entonces las reformas que se hacen son todas absolutamente cosméticas. Cuando yo entré éramos 1.500 jueces y ahora hay cerca de 6.000. ¿Y sin embargo, qué es lo que pasa? Un retraso 20 veces superior. Que la responsabilidad sea solo de los medios materiales, no. El juez tiene culpa, una parte de responsabilidad. Yo no he faltado al juzgado ningún día de mi vida durante 46 años y medio –medios días de enfermedad grave–. Incluso el día de la Filomena fui en un todoterreno al juzgado. Un juez tiene que estar en el juzgado, en el tribunal y tiene que trabajar allí porque es un servicio público y tiene que atender a los ciudadanos.
P: Esta semana el Gobierno ha lanzado un proyecto para pasar la instrucción penal a los fiscales. ¿Cómo valora esta medida?
R: Una barbaridad. No puedo expresar más que esa opinión. Se lo dice alguien que es partidario de que la instrucción la conozcan los fiscales, no los jueces. He estado muchos años en el extranjero, en Francia e Italia, y allí son los fiscales. Pero claro, se elige el peor momento para hacer esa transición. Ha habido decisiones de las distintas fiscalías, pero a través de la Fiscalía General se decide. Contradicen claramente cuál es el sentido de una investigación por motivos políticos. Yo recuerdo el ejemplo y, siento hablar de mi caso, de Tsunami. Lo elevé al Supremo porque había dos aforados. La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional dijo muy bien, la Junta de Fiscales del Supremo dijo que sí, todos menos 2 de 11. Y la Sala Segunda del Supremo lo admitió. Pues, a pesar de ese acuerdo de la inmensa mayoría de los fiscales del Supremo, al final, la teniente fiscal del Supremo hizo el informe en sentido contrario: Que no se admita. Un poquito escandaloso.
Hay un fiscal general que está a punto de ser juzgado. ¿Qué pasará en el caso, por ejemplo, del juez Peinado? El juez Peinado está llevando a cabo una instrucción. A esa instrucción se opone el fiscal. Mañana pasa la instrucción al fiscal. ¿Qué va a pasar con ese asunto cuando la Sala de lo Penal de la Audiencia Provincial ha ratificado casi todas las medidas del juez? ¿Y cuando el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha rechazado las dos querellas interpuestas por prevaricación contra él?
P: Ve a la Fiscalía como un apéndice del Gobierno, ¿cómo se debería evitar esto?
R: Tiene su sentido que lo sea. Realmente, el fiscal general aplica la política criminal del gobierno que llega al poder, una diferente a la que tenía otro partido. Y el fiscal general es el que debe aplicarlo. Eso es una cosa. Pero otra cosa es que magníficos profesionales como los fiscales súper especializados, yo les conozco bien, o la misma Abogacía del Estado sean presionados. Acuérdese del caso de Edmundo Bal, que se fue porque no estaba dispuesto a soportar semejantes presiones. A mí todo esto ante semejantes profesionales, me da vergüenza ajena, sinceramente.
P: ¿Qué le sugieren estas artimañas de las cloacas del poder? Hay figuras como Leire Díez que están tratando de ir contra los jueces, contra la UCO…
R: Los métodos que se utilizan no son exactamente santos. No lo son. Y uno de ellos es lo de las cloacas. Todos vimos aquel famoso vídeo de esta señora con algún abogado y algún empresario que producía vergüenza ajena. Verlo producía vergüenza ajena. ¿Estábamos en un país o estamos teóricamente en un país de la UE? ¿Cómo es posible que pase esto? La democracia no es votar cada cuatro años. Eso está muy bien, naturalmente, porque peor sería todavía que encima ni se votara. Pero son más cosas. Es una responsabilidad de los pesos y de los contrapesos en cada decisión diaria.
No puede ser que el presidente del Gobierno vaya a las sesiones de control de las Cortes y nunca responda a ninguna pregunta de la oposición y solamente diga: Y tú más. Es decir, eso es reírse de la democracia. A mí no me basta con votar cada cuatro años. Quiero un respeto institucional y no lo hay. Y a mí me da mucha rabia. Por eso digo que todas estas reformas, que probablemente estarían muy bien en un momento determinado, no lo están ahora. No lo están.
P: El caso de la niña Olga Sangrador le marcó. ¿Qué aprendió de ese caso sobre el sistema penitenciario español?
R: Al principio me marcó naturalmente el asesinato de la niña Olga Sangrador. A estas alturas, 33 años después, sigo manteniendo amistad con su madre. Ese caso me marcó profundamente y me marcó no solamente por el hecho de que fue una auténtica desgracia, una pobre niña de nueve años, sino porque te desnuda un poco lo que es el sistema penitenciario judicial penitenciario español. La realidad fue que hubo que admitir cosas que, si hubieran pasado más años de calma institucional, se hubieran enfocado de otra manera. Por ejemplo, la Constitución recoge en el artículo 25 que la finalidad de la pena es la reinserción del delincuente. Claro. Mire usted, a los sociópatas y a los psicópatas no se pueden reinsertar. Lo diga quien lo diga, no se reinsertan. A mí algunos de ellos, y les puedo asegurar que he tenido bastantes delante, me han dicho alguno, no digo todos, que cuando salieran lo volverían a hacer. Claro. ¿Cómo que la reinserción? Es imposible reinsertar a un sociópata o a un psicópata. Y le puedo asegurar que hay muchos y muchos están en la calle. Es un peligro para la sociedad. Mire usted las violaciones que existen por ahí y los crímenes sexuales que existen. Pues habrá que hacer algo, habrá que modificar.
P: Relata en el libro que le entraron en casa. ¿Qué supuso enfrentarse al terrorismo?
R: Entonces ETA ya se había terminado. Si tú vas a la Audiencia Nacional en la época que fue más dura, ya sabes a qué te enfrentas. Claro, ten en cuenta que entonces existía el FRAP, el GRAPO y ETA y además empezaba el yihadismo. Acuérdese del atentado de la carretera de Barajas, del restaurante de El Descanso, que hubo veintitantos muertos. Es decir, había muchos terrorismos y es verdad que había medidas de seguridad muy importantes, muy importantes. Esa época también te marca. Y después el otro asunto que marcó grandemente, pero no solamente a mí, sino yo creo que a toda la sociedad bien intencionada y bien pensante: Miguel Ángel Blanco y Gregorio Ordóñez. Dos crímenes espantosos.
P: Como juez de enlace en Francia, ¿qué aprendió de esa etapa donde dice que llegó a llorar de impotencia?
R: Lo que aprendí fue que el egoísmo nacional, el egoísmo de las naciones, es muy grande, muy importante. Donde ves velas por tus intereses. Y Francia velaba por sus intereses, pero no velaba por los del vecino de al lado, que estaba absolutamente acogotado por un terrorismo infame que además se multiplicó exponencialmente a raíz de la muerte de Franco. Frente a eso, ¿qué teníamos enfrente? Incomprensión. Incomprensión. Giscard D’Estaing, Mitterrand, Chirac. Sólo Sarkozy, cuando fue ministro del Interior, antes de ser presidente, las cosas empezaron a funcionar. Naturalmente que hubo la aplicación de una política de dureza por parte del Gobierno de Aznar. Hubo una política muy beligerante donde se establecieron muchísimas medidas que después, con el Gobierno de Zapatero, supo recoger inteligentemente Pérez Rubalcaba para una banda que estaba asfixiada, llevarla hacia lo que podemos llamar la paz. Ya sé que es muy criticable y que se ha criticado mucho, pero dejaron de matar.
P: ¿Cómo ve la Audiencia Nacional ahora que se ha jubilado?
R: Si le digo la verdad, estoy a otras historias. Ya han sido demasiados años, muchos, demasiados. Y todo tiene su tiempo. Claro que sigo las noticias y leo mucho, pero ya los toros desde la barrera.
P: De su larga trayectoria, ¿qué destacaría? ¿Se queda con un balance de que se ha hecho justicia?
R: Yo lo que destacaría, fíjese usted, es el magnífico trabajo profesional de los fiscales. De verdad. Me he encontrado unos señores de la Audiencia Nacional y por eso me duele más esta situación actual de estar en entredicho la Fiscalía, porque usted no se puede imaginar la colaboración de la Fiscalía Anticorrupción, de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, de la Fiscalía Antidroga. Usted no se puede imaginar la Fiscalía Especializada del Crimen Organizado, todos fiscales asombrosos realmente que no se merecen lo que está pasando. No se lo merecen. Yo destacaría sobre todo eso. Después, asuntos ha habido de todo. Unos más importantes, otros menos. Más foco mediático o menos. He procurado mantenerme al margen de la publicidad, de la vanidad. Es algo que no tengo, muchos pecados, pero ese muy, muy poquito, muy pequeñito, y por lo tanto es verdad que de alguna forma me transformó el carácter de ver tanta desgracia y de verla tanto tiempo. A uno le afecta el carácter, naturalmente, excepto que seas una piedra, claro.
P: Ha tenido que tomar decisiones muy difíciles, sobre todo las prisiones provisionales. ¿Cómo ha vivido esos momentos?
R: Entonces en aquella época, en la Escuela Judicial, cuando habías aprobado, nadie te explicaba nada de la práctica, de lo que era estar en un juzgado. Realmente te encontrabas con las situaciones más sencillas en las que no sabías cómo actuar porque nadie te había enseñado en la escuela judicial. Era solo más teoría sobre la teoría ya estudiada en las oposiciones y en la carrera. Te encontrabas con situaciones tan difíciles como que en los primeros juicios se posicionaba el fiscal y te convencía de lo que había dicho, se posicionaba el abogado y te convencía también totalmente. Y decías: «Pero si los dos tienen razón». Pero era incompatible. Después tenías que sentarte, verte el asunto de arriba a abajo y tomar una decisión. Al final, una carrera, sea la que sea, te crea una experiencia vital en muchos sentidos, que en el caso de ser juez de instrucción, toda la vida te marca. Y mucho, mucho. Por lo tanto, yo pediría que, por favor, a las nuevas generaciones en la escuela judicial haya una preparación. Los que se van a dedicar a lo criminal, una preparación psicológica muy importante y que sea un elemento determinante para que un alumno de la escuela judicial pueda aprobar o no aprobar, por lo menos para ingresar en la rama criminal o penal si no supera determinados exámenes psicológicos.
Lo último en España
-
Melilla, cuna del terrorismo islamista: tres nuevos yihadistas detenidos y ya van nueve en sólo un año
-
Los padres tras quedar libre la empleada de la guardería que maltrata a niños: «Que la encierren ya»
-
Última hora del Funeral de Estado por la DANA en directo: intervenciones de los Reyes, Mazón y Sánchez en vivo
-
Sánchez prohíbe a Page, Moreno y Mazón saludar a las víctimas en el funeral de la DANA
-
Marlaska blinda Valencia para evitar a Sánchez otro Paiporta en el acto de las víctimas de la DANA
Últimas noticias
-
Pocos libros me dan miedo pero estos cinco me hicieron gritar: desconocidos y perfectos para Halloween
-
Melilla, cuna del terrorismo islamista: tres nuevos yihadistas detenidos y ya van nueve en sólo un año
-
Los padres tras quedar libre la empleada de la guardería que maltrata a niños: «Que la encierren ya»
-
El alcalde de Palma ampliará el parking de Eusebio Estada, hará otro en Playa de Palma y más calles ORA
-
Última hora del Funeral de Estado por la DANA en directo: intervenciones de los Reyes, Mazón y Sánchez en vivo