España
LA CRISIS DEL PSOE | TRAS LA DIMISIÓN DE SÁNCHEZ

Los ganadores avisan: «Va a ser muy difícil girar a la abstención a Rajoy»

El líder socialista en el Principado de Asturias, Javier Fernández, será el presidente de la gestora que tomará las riendas del PSOE hasta la celebración de un nuevo congreso del partido. ¿Y qué postura tomarán los socialistas ante un eventual nuevo intento de Mariano Rajoy por lograr su investidura como presidente del Gobierno? Ahí estará el debate de este ‘nuevo’ PSOE. Y es que los ganadores de este sábado –si es que puede llamarse así a una de las partes que ha protagonizado un día tan dramático en las entrañas del partido que más años ha gobernado la España democrática– creen que «va a ser muy difícil girar a la abstención a Rajoy».

La crisis que ha reventado este sábado tenía dos escenarios. Uno el real, es decir, el que significaba que los dirigentes regionales y los cuadros medios socialistas querían quitarse de encima un secretario general que llevaba a su partido de derrota estrepitosa en derrota récord hasta el precipicio de la irrelevancia en las últimas autonómicas de Galicia y País Vasco. Y otro el tergiversado, es decir, el que esgrimía Sánchez señalando a quienes lo querían fuera del sillón de Ferraz porque querían entregar el Gobierno a Mariano Rajoy y no dejarle intentar –otra vez– la cuadratura del círculo radical: un Gobierno con el apoyo de Podemos  y los independentistas.

Será en las próximas tres semanas en las que la gestora decida si el PSOE se repliega en la oposición tras acordar una abstención con precio a la investidura de Mariano Rajoy o si optan por llevar al país a unas terceras elecciones.

El Congreso de los Diputados en la segunda sesión del debate de investidura. EFE

«Gestora no es abstención», insisten desde el bando crítico. Quienes en los últimos días, semanas, meses, han venido discutiendo a Sánchez su estrategia de pactos, en público o en privado, aseguran que ése no es el debate, que toca ir “partido a partido” y en este momento eso significa aclarar qué rumbo tomará el socialismo. Reconstruir el proyecto. «Devolver la ilusión» a militantes. «Y votantes», aclaran.

El plazo para dilucidar si habrá Gobierno o no es el 31 de octubre, ya que esa es la fecha en la que, en caso de no haber logrado nadie su investidura, se convocarán automáticamente las terceras elecciones.

La posición es ciertamente incómoda para quienes se han alineado en contra del empeño de Sánchez de intentar un Gobierno alternativo contando con Podemos. En este sector han insistido en que la apuesta era inútil porque Podemos y Ciudadanos se han declarado incompatibles mutuamente, y porque la fórmula sólo con los de Iglesias requeriría finalmente del apoyo de los independentistas. Algo inasumible. Pero ello no significa, aclaran, que pretendan una «entrega total» al Partido Popular.

El presidente asturiano, Javier Fernández, quien presidirá la gestora, resumió este viernes gráficamente la dicotomía: “Yo no me opongo a un pacto con Ciudadanos y con Podemos, es que no es posible, es que ellos ya han dicho que no”, señaló. La salida, por tanto: “o se acepta la lista más votada o se va a terceras elecciones”.

El presidente de Asturias, Javier Fernández. (Foto: EFE).

Los críticos insisten en que lo que se ha escenificado con este rechazo frontal a Sánchez –que tuvo su culmen este miércoles con la dimisión en bloque de 17 miembros de la Ejecutiva– no es una aceptación a Rajoy. Es, coinciden, la urgencia de asumir responsabilidades por los resultados más dramáticos para el partido en su historia electoral.

“El PSOE está sin rumbo, necesita un proyecto ya”, sostiene un diputado crítico con la deriva de los últimos dos años, cuando Sánchez tomó las riendas de un socialismo ya muy desdibujado.

Los 85 diputados de junio y los datos del pasado domingo –sorpasso en votos de En Marea en Galicia y cuarta posición en el País Vasco– son del todo inaceptables en opinión de la mayoría de dirigentes autonómicos.

La secretaria general del PSOE de Andalucía, Susana Díaz (Foto: Efe)

La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, advirtió el jueves: “El PSOE siempre ha sido un partido ganador”. Y ésa es la idea que impera ahora entre los cargos dispuestos a recomponer las costuras de un partido desmembrado hasta lo más profundo.

El mensaje en apariencia conciliador de Díaz ante su Comité Director del jueves no fue más que una llamada a la guerra. La presidenta andaluza está dispuesta a plantear ya su asalto a Madrid para «coser» esas fracturas. Cuando toque.