España
Transferencia de competencias penitenciarias al País Vasco

Los funcionarios de prisiones ante el traspaso al País Vasco: «Los etarras aún nos ven como enemigos»

Recuerdan al titular de Interior que el trabajo de los funcionarios fue esencial en la lucha contra ETA

Entienden que el acercamiento de presos y la cesión de competencias es "una barbaridad"

Los funcionarios de prisiones advierten al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que nada ha cambiado en los centros donde coexisten con los terroristas que cumplen condena: “Para los presos etarras, hoy por hoy, seguimos siendo enemigos”. Y aseguran que pese a la insistencia del Gobierno por normalizar la situación política en el País Vasco, “la presión social y las condiciones de vida en muchos lugares siguen siendo extremadamente complicadas, en especial, para los trabajadores de los centros penitenciarios”.

“Muchos compañeros siguen tendiendo sus uniformes dentro de casa y la mayoría de los que tienen hijos menores ocultan su profesión a los profesores y resto de padres”, aseguran algunos de ellos a OKDIARIO.

Los trabajadores de las cárceles vascas no disimulan su malestar y preocupación ante la posibilidad de que las competencias en materia penitenciaria sean, finalmente, cedidas a la comunidad autónoma. Advierten de que ejecutar dicha transferencia, especialmente en este momento de inestabilidad política, es “una barbaridad y un maltrato más a los funcionarios” que les suma un riesgo adicional y los abandona “a su suerte en un entorno hostil”.

«La cesión de prisiones al gobierno del País Vasco no se hará pensando en el interés de los funcionarios, eso seguro»

Destacan que la cesión de prisiones al Gobierno vasco, más allá de los peajes políticos que motivan la propuesta, “no se hará nunca pensando ni en el mayor interés de los trabajadores de los centros penitenciarios, ni en las víctimas de los presos etarras, eso seguro”.

Y recuerdan al ministro del Interior y al actual Gobierno que la política criminal se incluye en seguridad nacional y es una de las principales responsabilidades del Estado. “No es oportuno ceder en algo tan importante y tan especial. Supone perder el control en una cuestión que, entre otros aspectos, socialmente es muy delicada. Si a eso sumamos el goteo constante en el acercamiento de presos, la cosa se complica”, lamentan.

Los funcionarios de prisiones reivindican su papel esencial en la lucha contra el terrorismo, escasamente reconocido. “Nosotros somos parte del Estado de Derecho que derrotó a ETA desde las instituciones” afirman categóricos a OKDIARIO. “Las decisiones que se tomaron para la dispersión de presos, medida muy acertada, fueron eficaces gracias al trabajo en prisión de los compañeros asignados a los grupos de seguimiento y control de movimientos que conocían, en todo momento, los contactos y relaciones, en el interior y exterior de las cárceles, de los terroristas. Si ETA está hoy como está es en buena parte gracias a ellos”, concluyen.

«Si ETA está hoy como está es gracias a nuestro trabajo. Somos parte del Estado de Derecho que derrotó a la banda terrorista desde las instituciones»

Insisten, además, en que no todas las cárceles vascas están adaptadas a los requisitos que la nueva situación plantea desde un punto de vista organizativo. Centros como Martunete o Bilbao “son antiguos e incluso se insertan en el casco urbano de las ciudades, no todas las instalaciones están adaptadas para que la clasificación de presos en los módulos se lleve al último extremo y por tanto se plantearán problemas de trato individualizado”, apuntan.

“No olvidemos que nos enfrentamos en la mayoría de las ocasiones a gente que sigue orgullosa de haber pertenecido a ETA y no se arrepienten de nada, ni ellos ni su entorno” destacan. Para añadir que más que nadie el ministro del Interior debería saber que precisamente por ello “hay presos terroristas que aunque disfruten del tercer grado -un régimen de semi libertad que les permite reincorporarse a la sociedad- no lo van a hacer nunca». “La Administración pone los medios para la reinserción pero sin la voluntad del interno es imposible y en el caso de los presos etarras no se da por su componente ideológico profundo”, aseguran.

El precedente catalán

En el caso de que el Gobierno acceda a la aplicación del compromiso adquirido con el PNV, socio de Sánchez en la moción de censura que le llevó a Moncloa, la situación de los funcionarios que prestan actualmente servicio en cárceles vascas sería similar a la vivida por los trabajadores de centros penitenciarios de Cataluña en 1983, fecha en la que se produjo la transferencia de competencias penitenciarias a favor de la comunidad autónoma.

Llegado el momento, el Ejecutivo tendría que dar a los funcionarios de prisiones en el País Vasco la opción de pasar a depender laboralmente del gobierno autonómico o bien continuar con su régimen estatal cambiando de destino.