España

Comerciantes y hosteleros de Figueras decretan el apartheid contra la Policía y la Guardia Civil

El clima de coacción a la labor de las Fuerzas de Seguridad del Estado en Cataluña aumenta con el transcurso de las horas y en línea con la exigencia del golpista Carles Puigdemont de que el Gobierno ordene su retirada de esta comunidad autónoma. El último episodio de este particular apartheid ha tenido lugar en Figueras, donde sus hosteleros han decidido no servir ni permitir el uso de sus establecimientos a policías nacionales y guardias civiles.

Por ejemplo, en el caso de sus gimnasios, donde se les ha prohibido inscribirse y acudir a sus instalaciones a hacer deporte. Una historia insólita pero que ha vivido en propia persona un agente de policía, que en un mensaje de voz a través de las redes sociales narra lo acontecido.

El joven policía, comienza el audio al que ha tenido acceso OKDIARIO y que que pueden escuchar sobre estas líneas, explica que está en Figueras (Gerona), si bien no dice el nombre del gimnasio ni de la recepcionista para no perjudicarla. En esa grabación, narra como al llegar esta mañana de lunes la chica, entre sollozos, se dirige a él al entrar y le pregunta «¿Eres policía nacional?». El responde «sí, ya lo sabes».

La trabajadora del gimnasio le comenta que «no puede apuntarse ningún policía nacional ni guardia civil». Ante la pregunta del agente de «¿Por qué?» le da la explicación: «La gente no os quiere, y no os quiere ver por aquí».

El agente contesta «pues nada, hay gimnasios que iglesias, pero avisaré a los compañeros» y abandona el local. Pero al salir la recepcionista sale tras él al aparcamiento, donde, llorando, toca la ventanilla del coche para que la baje. A continuación le explica que ella «no comulga con esto», pero que anoche «hubo una reunión convocada por políticos de Figueras con todos los dueños de establecimiento de la localidad».

Reunión para echar «todo lo que huela a España»

La mujer, que, relata el agente ,»siempre nos ha tratado muy bien», le invita a volver a entrar en el establecimiento: «pasa por favor, que me sabe muy mal esto». Una vez dentro, le sigue contando los detalles de esa reunión para expulsar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: «Me dijo que había mucha rabia y tensión y que allí se dijo que todo lo que huela a España, que ¡fuera!, que no se iba a servir sobre todo a policías y guardias civiles». Algo que ha comenzado a hacerse en algunos restaurantes, como este situado a sólo 15 minutos de Barcelona.

Restaurante de Barcelona que anuncia no sirve ni a la Policía Nacional  ni a la Guardia Civil

Rabia sobre la que da algunos detalles al policía: «Hay mucha rabia, se le salía la vena del cuello a alguno, tienen mucha rabia y no quieren que se nos sirva, despreciándonos, haciéndonos ‘mobbing’, como sufrió mi padre cuando estuvo en el País Vasco, lo mismo, que se tienen que ir a 25 kms a comprar tabaco a otro pueblo», continúa.

El policía expresa su asombro «¡Me he quedado flipado!», antes de terminar dando un dato que da idea de la implicación de la policía autonómica que dirige Josep Lluís Trapero en este programa de acoso y hostigamiento a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado: «Y sobre todo que había mossos en esa reunión, para que sepáis el odio que se nos tiene aquí, esa gente no son compañeros», concluye este policía.

 

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