España
PRESOS DE ETA

Las excarcelaciones de etarras se aceleran: de una al mes a seis en 15 días

Doce presos en libertad entre enero y agosto, y seis en apenas 15 días desde que Sánchez se reunió con Bildu

Condenados por asesinar al matrimonio Jiménez-Becerril, poner un coche bomba en un clásico en el Bernabéu o dirigir ETA

Entre enero y agosto de 2023 se produjeron en España 12 excarcelaciones de presos etarras. Desde mediados de octubre hasta ahora se han sumado otras seis más, todas en la modalidad de libertad condicional. El ritmo se ha acelerado significativamente en las últimas dos semanas.

Ion Kepa Parot, Jakes Esnal, Mikel Azurmendi -asesino del matrimonio Jimenez-Becerril-, el ex jefe terrorista Mikel Barrios, Mikel San Argimino y Natividad Jáuregui -la etarra de las mariscadas-. Es la lista de presos de ETA, la mayoría de ellos con delitos de sangre, que han abandonado en apenas quince días, desde mediados de octubre a los primeros días de noviembre. Cada uno tiene su propio historial penal y un cumplimiento de condenas diferente, pero todas las puestas en libertad se han producido justo tras el encuentro que mantuvo el Pedro Sánchez, con los representantes de Arnaldo Otegi para ganarse el apoyo abertzale a la investidura.

Desde entonces, el ritmo de excarcelaciones de etarras es anormalmente alto. En meses anteriores eran uno o dos los etarras que dejaban su celda tras obtener la libertad condicional. Pero desde hace unas semanas, en concreto desde el 17 de octubre, ese ritmo se ha disparado.

No pasa desapercibido el hecho de que ese aceleramiento de las excarcelaciones se produce tras un hito en las relaciones entre el Gobierno y EH Bildu, que ha hecho del asunto de los presos de ETA un punto clave en sus conversaciones con el PSOE. El pasado 13 de octubre, Sánchez se fotografiaba por primera vez con diputados de EH Bildu y mantenía un encuentro «cordial» de más de una hora de duración.

En aquella reunión, según pudo saber entonces OKDIARIO, se trató tangencialmente el tema de los presos. Bildu exige que haya cambios legislativos que impidan que la Audiencia Nacional bloquee, por sistema, la concesión de terceros grados que deciden las prisiones vascas, desde 2021 en manos del Gobierno de Íñigo Urkullu.

Excarcelaciones de etarras

La plataforma Sare, de apoyo a los presos etarras, ha lanzado en plenas negociaciones para la investidura de Sánchez una campaña para reclamar «avances» en materia penitenciaria. Aunque celebra los logros obtenidos en los últimos años bajo el mandato del socialista -durante los cuales se ha puesto fin a la llamada política de dispersión, con el traslado de los condenados terroristas a las cárceles del País Vasco y Navarra-, los presos piden más. La hoja de ruta -Llaves para la resolución- es la última estrategia de presión ante la formación de un nuevo Gobierno presidido por Sánchez. Ya cuenta con más de 1.000 adhesiones, entre ellas las del PNV y Bildu.

«Para seguir avanzando es necesario ir cerrando las puertas que nos perpetúan en el pasado y abriendo aquellas que nos ayudan para dar salida a la problemática de los presos/as, refugiados y deportados vascos y en la búsqueda de un acuerdo de mínimos que posibilite un tratamiento justo e igual para todas las víctimas de las violencias generadas en nuestro país», señala el manifiesto.

El plan que lanza ahora el entorno de los presos de ETA ante la inminente investidura de Sánchez -se prevé ya la próxima semana- implicaría poner en la calle, mediante el tercer grado, a 110 presos que actualmente cumplen condena. Esas son las cifras que maneja Sare.

Además, la red de presos de ETA apela en su plan al término en el que el propio Sánchez basará su próxima Ley de Amnistía pactada con el separatismo: «Convivencia». «Hace tiempo que la sociedad está trabajando para abrir las puertas a la convivencia con multitud de llaves, estructurando de forma constructiva las relaciones, acuerdos y desacuerdos entre diferentes personas y agentes», sostienen.