Los escándalos de corrupción planean sobre el ministro brasileño amigo de Yolanda Díaz

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, aprovechó su viaje a Brasilia para asistir a la sesión solemne de toma de posesión del presidente de la República de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva y allí mantuvo un encuentro con varios de los nuevos ministros, entre ellos, el de Trabajo brasileño, Luiz Marinho, con el que se le vio cogida de la mano charlando animadamente.
Marinho es un viejo conocido de la política brasileña. De hecho, ya fue ministro de Trabajo con Lula entre 2005 y 2007 y ministro de Previsión Social entre 2007 y 2008. Desde entonces una amplia y estrecha amistad ha marcado sus vidas. Lo llamativo de todo es que además de compartir pasado sindical, experiencia de gobierno e ideología socialista, también comparten escándalos de corrupción.
Luiz Marinho es miembro del Partido de los Trabajadores desde la década de 1980, formación en la que se mantiene hasta el día de hoy. Fue alcalde en el Ayuntamiento de São Bernardo do Campo (en Sao Paulo) entre los años 2009 y 2017. En las últimas elecciones, fue elegido diputado federal por Sao Paulo. Hace solo dos años, la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) del Ayuntamiento de São Bernardo do Campo acusó a Marinho de corrupción y enriquecimiento ilícito.
La decisión de la Cámara se basó en el testimonio del ex presidente de la constructora OAS, Léo Pinheiro, quien afirmó estar detrás de los pagos de sobornos durante la gestión de Marinho por 3,5 millones de euros. Pinheiro reveló también unas presuntas negociaciones con el presidente Lula, que incluyeron la adquisición y reforma de un apartamento tríplex en la costa de Sao Paulo, un caso, entre otros, por el que el actual presidente fue enviado a la cárcel en 2018.
El nombre del ministro Marinho también apareció hace 15 años en el escándalo sexual que golpeó a la empresa automovilística Volkswagen, que supuestamente habría pagado con dinero de la empresa orgías a ejecutivos corruptos y sindicalistas, uno de los cuales era supuestamente Luiz Marinho.
Según informó el director de RRHH de la empresa en una entrevista con el diario alemán Die Welt, el entonces presidente del Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos, Luiz Marinho, y un directivo estuvieron en un reservado de una discoteca de Alemania a expensas de la empresa donde “cinco chicas bailaban sobre las mesas y coqueteaban con ellos”.
«Museo Lula»
El actual ministro de Trabajo y ex alcalde de São Bernardo do Campo fue imputado dos veces en relación con la construcción del Museo del Trabajo y de los Trabajadores en su ciudad, conocido como «Museo Lula». La primera vez, Marinho y otras 21 personas fueron acusadas de licitación indebida y malversación de fondos públicos. Sao Bernardo do Campo es un feudo histórico del partido de Lula en el cinturón obrero de Sao Paulo.
La obra, iniciada en 2012 y con una duración prevista de nueve meses, recibió más de 2,42 millones de euros en inversión del Ministerio de Cultura. La construcción del museo fue interrumpida en julio de 2017 por la Justicia, después de que la Fiscalía Anticorrupción denunciara que se había producido un desvío de 1,37 millones de euros en las obras.
Si de sobra era conocido el paso de Lula por la cárcel, menos lo eran las graves acusaciones de corrupción que a lo largo de los últimos años ha acumulado el actual responsable de la cartera de Trabajo, a pesar de que para la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, “en términos democráticos son un faro en el mundo”.