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Elecciones Generales 2019

Rivera promete a los que se han ido del País Vasco y Navarra por ETA que podrán votar en su región

El líder de Ciudadanos y candidato a la Presidencia del Gobierno, Albert Rivera, ha dado un mitin este domingo en Rentería en un ambiente de gran tensión.

El líder de Ciudadanos y candidato a la Presidencia del Gobierno, Albert Rivera, ha dado un mitin este domingo en Rentería en un ambiente de gran tensión, rodeado por cientos de personas que protestaban contra la presencia de la formación naranja en esta localidad guipuzcoana. Entre insultos y abucheos, les ha dicho: «Euskadi no es vuestro, es de todos los vascos y todos los españoles. Por eso estamos aquí».

El acto, en el que también han intervenido el filósofo y escritor Fernando Savater, la eurodiputada de UPyD y candidata de Cs a las elecciones europeas, Maite Pagazaurtundua, y el ex director general de la Policía Nacional y la Guardia Civil Joan Mesquida, se ha celebrado en la plaza de los Fueros en medio de un fuerte dispositivo policial.

El líder del partido naranja ha prometido que si gobiernan, impulsarán una modificación de la Ley del Estatuto de la Víctima del Delito para que «se sancione a las personas y ayuntamientos que amparen homenajes a terroristas».

En este punto, ha calificado de «imagen indigna para una democracia» el homenaje que se rindió el pasado marzo en Rentería al ex preso de ETA Kepa Etxebarria, quien intentó asesinar al funcionario de prisiones de Martutene Juan José Baeza González. «Os pensáis que son ‘gudaris’ (guerreros), pero son asesinos, no os engañéis», ha advertido.

Asimismo, el presidente de Ciudadanos ha apostado por cambiar la legislación electoral para que los vascos que tuvieron que irse del País Vasco por las «amenazas» y porque «el nacionalismo les echó» puedan votar en sus municipios de origen en las elecciones locales y autonómicas.

También ha insistido en la propuesta de exigir un mínimo del 3% de los votos a nivel nacional para que una candidatura tenga representación en el Congreso -lo que dejaría fuera a los partidos independentistas y nacionalistas- y ha arremetido contra la ley vasca de abusos policiales, que «insulta a la dignidad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado» y, a su juicio, es inconstitucional.

Esclarecer los asesinatos

Por otro lado, ha lamentado que aún haya quienes «no conocen a los verdugos» de ETA que mataron a sus familiares, ya que todavía hay 379 asesinatos por esclarecer, y se ha comprometido a proporcionar los medios materiales necesarios a la Policía y a la Administración de justicia «para que se cierre de una vez por todas esa herida».

Por último, Rivera ha apostado por una España unida y ha subrayado la importancia de tener «un Gobierno que no esté al lado de gente que no permite la libertad». «Hay que escoger entre (Pedro) Sánchez y los que quieren liquidar España, o Ciudadanos y los constitucionalistas», ha afirmado.

Igualmente, ha dicho que él quiere que el País Vasco sea «una autonomía que trabaje remando en la misma dirección que el resto de España». «No quiero privilegios ni para mi tierra, todos somos iguales, nadie tiene un RH superior a nadie», ha manifestado.

Gritos de «Rivera, muérete»

«Fascistas», «asquerosos», «españoles», «hijos de puta» y «cobardes» han sido algunos de los calificativos utilizados por cientos de manifestantes, que superaban ampliamente en número a los participantes en el acto.  También han coreado «Rivera, muérete», «Rivera, hijo de puta» o «que se vayan», y lemas políticos como «independencia», «euskal presoak etxera» (presos vascos a casa) o «faxistak kampora» (fascistas fuera).

En los edificios situados en la plaza -vallada para evitar que los manifestantes se acercaban y bloqueada por ertzainas en las cuatro calles de acceso- se habían colocado lazos amarillos gigantes, además de ikurriñas y ‘esteladas’, mientras que los simpatizantes de la formación naranja portaban banderas de España, de la Unión Europea y de Euskadi.

«Detrás de estas banderas», que son «símbolos oficiales» y no símbolos de «imposición y ruptura», está «vuestra libertad para insultarnos a nosotros», ha destacado mientras intentaba hacerse oír por encima del ruido constante y reivindicando la libertad de reunión y de expresión que «algunos quieren pisotear».

«Frente a las cacerolas, ideas; frente a los privilegios, igualdad; frente a los gritos, diálogo», ha afirmado, advirtiendo de que en Ciudadanos no van a dejar de ir a ningún pueblo de España y van a seguir «dando la batalla al nacionalismo».