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El dúplex de Marbella fue, según la Policía, la ‘mordida’ a González por el pelotazo de Arganda

El dúplex de Marbella fue, según la Policía, la ‘mordida’ a Ignacio González por el pelotazo de Arganda. Francisco Granados declara hoy ante el juez que González no frenó la adjudicación de la parcela pese a la llamada de Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre tras los rumores que se habían extendido sobre una adjudicación previa e ilegal del terreno.

La Policía cree que la parcela, que fue adjudicada a Martinsa, fue la exigencia para dar la ‘mordida’ a González para el ático de Marbella.

La adjudicación de la parcela UE-124 del municipio madrileño de Arganda del Rey está considerada por los investigadores como el mayor pelotazo urbanístico de la trama corrupta. Estos terrenos, de 158.000 m2 y bautizados como ‘Área de Centralidad’, fueron adjudicados el 25 de noviembre de 2004 a Martinsa, propiedad de Fernando Martín, por 77,2 millones de euros. Esta inmobiliaria ‘ganó’ el concurso a Sacresa y Alcosto, y se comprometió a pagar por la parcela 66 millones en efectivo y el resto en especie, construyendo dotaciones para el municipio.

Según los investigadores, el supuesto cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, se llevó 12 millones de euros de comisión por esta operación que le pagó Martín, hecho por el cual está imputado este empresario. Mientras, el juzgado de Instrucción nº 5 de Estepona investiga si el entonces vicepresidente madrileño, González, recibió 2 millones de la citada comisión de Correa para su dúplex de Estepona por este pelotazo urbanístico.

Modificaciones para obtener más beneficios

En un primer momento, la edificabilidad permitía la construcción de 1.280 viviendas libres y 300 protegidas, con unas plusvalías de 336 millones. Un año después, Martinsa consiguió ampliarla hasta las 1.772 viviendas libres y 450 protegidas, anulando 28.378 m2 de edificación de uso mixto que pasarían a residencial y reduciendo 3.000 m2 de uso comercial para incrementar la vivienda protegida. Las plusvalías ascenderían en ese momento a 466 millones, sin embargo, las modificaciones para obtener más beneficios no se quedaron ahí.

En el verano de 2006, Martinsa consigue situar las viviendas libres en 2.131 y las protegidas en 600, elevando las ganancias por las posibles ventas hasta un total de 535 millones de euros. Con esta última ampliación y según se aprecia en los diseños que publica este diario, se tendrían que construir edificios de hasta 12 y 15 alturas, cuando la Ley del Suelo permitía sólo 5. De la misma forma, la densidad de habitantes inicial de 100 personas por hectárea, que era la recomendada, se elevó escandalosamente hasta los 173. El resultado hubiera sido desproporcionado tal y como se aprecia en las imágenes que publica este diario, dejando unas calles muy angostas y con una gran densidad de población.

Este desarrollo necesitaba el visto bueno de la Comunidad de Madrid, ya que incorporaba diversas modificaciones urbanísticas que trascendían el ámbito municipal. Ningún técnico regional quiso darle el visto bueno. Sí lo hizo un político, el entonces Director General de Urbanismo, Enrique Porto Rey, que estaba a las órdenes del vicepresidente, Ignacio González. El 5 de julio de 2006 se aprobaba definitivamente la operación, aunque jamás se hizo realidad tras la quiebra de Martinsa-Fadesa en 2008. No obstante, Fernando Martín vendió un tercio de este suelo por 81,4 millones de euros.