España
PLAN DE "AHORRO ENERGÉTICO"

El decretazo energético empeora la salud de los enfermos de EPOC que no deben estar a más de 24°

El decreto de ahorro energético impuesto por el Gobierno de Pedro Sánchez influye negativamente en la salud de los pacientes con la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), considerada la tercera causa de muerte en España.

Así lo han denunciado los propios enfermos a través de la Asociación de Pacientes con EPOC (APEPOC), que recuerdan que «no deben exponerse a temperaturas superiores a 24 grados porque conlleva mayor morbilidad, un aumento de los síntomas y un incremento del consumo de medicamentos».

Sin embargo, el decreto aprobado esta semana por el Consejo de Ministros señala que en las instalaciones de edificios no residenciales de gran consumo, como los administrativos -por ejemplo, los ocupados por la Administración Pública-, los comerciales -tiendas, supermercados o grandes almacenes- culturales -teatros, cines, auditorios-, bares, restaurantes, cafeterías u hoteles y estaciones y aeropuertos el aire acondicionado deberá estar a no menos de 27 grados en verano y la calefacción a no más de 19 en invierno.

Una medida que ahora el Gobierno ha decidido flexibilizar y la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha precisado que bares y restaurantes podrán limitar el uso del aire acondicionado al «entorno de los 25 grados».

Sin embargo, esta temperatura sigue estando por encima de la que es recomendable para estos enfermos, unos tres millones en toda España, que no debe superar los 24 grados.

Tal y como ha advertido el viceconsejero de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, Antonio Zapatero, en una entrevista radiofónica este viernes estas medidas «tienen un impacto en la salud de los ciudadanos» que no ha contemplado el Gobierno.

Otro de los extremos sanitarios que no ha tenido en cuenta el Ejecutivo de Sánchez ha sido el Covid. El texto obliga a mantener las puertas de los comercios cerradas obligatoriamente. Una medida totalmente contraria a la recomendación sanitaria que lleva haciendo el ministerio del ramo desde que estalló la pandemia que es ventilar al máximo los espacios cerrados para evitar contagios.

En concreto, el decreto señala que los establecimientos deberán instalar «sistemas de cierre de puertas que eviten el despilfarro energético que supondría que éstas se mantuvieran abiertas».

Así, establece que «los edificios y locales con acceso desde la calle incluidos en el ámbito de aplicación de la I.T. 3.8 del RITE dispondrán de un sistema de cierre de puertas adecuado, el cual podrá consistir en un sencillo brazo de cierre automático de las puertas, con el fin de impedir que éstas permanezcan abiertas permanentemente, con el consiguiente despilfarro energético por las pérdidas de energía al exterior, independientemente del origen renovable o no de la energía utilizada para la generación de calor y frío por parte de los sistemas de calefacción y refrigeración».

Un extremo que contradice totalmente la política de ventilación de los espacios cerrados que el Ministerio de Sanidad lleva promulgando desde el estallido de la pandemia.