España

Cospedal mantiene que no ordenó borrar los discos duros de los ordenadores de Bárcenas

María Dolores de Cospedal, ex dirigente del PP, ha declarado como testigo en el juicio por el borrado de los discos duros de los ordenadores de Luis Bárcenas, el ex tesorero del partido, y ha mantenido la misma versión que ya había dado.

María Dolores de Cospedal, ex dirigente del PP, ha declarado como testigo en el juicio por el borrado de los discos duros de los ordenadores de Luis Bárcenas, el ex tesorero del partido, y ha mantenido la misma versión que ya había dado. La ex secretaria general del PP ha señalado que ella no ordenó borrar nada, aunque sí ha detallado que a los aparatos electrónicos se les aplicó el protocolo que siempre llevan a cabo sobre el material de trabajo de cualquier persona que deja el partido.

En el juicio en el Juzgado de lo Penal número 31 de Madrid, la ex líder de Castilla La Mancha ha comentado que cuando su partido tuvo conocimiento de que Bárcenas poseía «una cuenta irregular en Suiza de cuarenta y tantos millones, la presunción de inocencia ya no iba a ninguna parte», ya que se trataba de «un hecho escandaloso y vergonzante».

Este hecho, unido a la circunstancia de que el ex tesorero había presentado una demanda de conciliación contra la formación «para intentar demostrar que seguía trabajando en el PP», ha señalado una vez más en que fue ella misma la que tomó la determinación de prohibirle la entrada en la sede popular sita en Génova 13.

Y es que desde que fue cesado como tesorero hasta ese momento en que se le prohibió la entrada, el ex dirigente del PP había seguido yendo a diario a la sede del centro de Madrid, pero Cospedal ha querido dejar muy claro que no fue ella quien autorizó a que utilizara la Sala Andalucía del edificio. Además, ha repetido en varias ocasiones que Bárcenas no estaba «ocupando» esa sala, sino que se le había permitido dejar allí sus «efectos personales».

Muchas de las veces que Cospedal se ha referido al ex tesorero lo ha hecho llamándole «esa persona». En ningún momento ha dicho su nombre o apellido. «No recuerdo cuántos días después se me dice que esta persona ha puesto una demanda reclamando los ordenadores y que por lo tanto hay orden de no tocarlos hasta saber qué pasa con la demanda», ha detallado.