El Congreso quiere prohibir a los periodistas hacer fotografías en los pasillos del Hemiciclo
El Congreso baraja prohibir a los periodistas que cubren la actividad parlamentaria tomar imágenes en el interior del edificio, de forma que sólo medios gráficos podrían utilizar cámaras de fotos profesionales en el Hemiciclo y los pasillos. Es la advertencia con la que se han encontrado los periodistas después de que OKDIARIO desvelase imágenes exclusivas de la bronca que se produjo entre los miembros del Grupo Parlamentario Socialista el pasado martes.
De esta forma, el Congreso estudia limitar seriamente la capacidad de los periodistas para realizar su trabajo, a la vez que garantiza a los políticos que sólo los cámaras y fotógrafos -situados en lugares establecidos dentro de la sala durante los Plenos- podrán tomar imágenes suyas.
La consecuencia inmediata es que los periodistas encargados de la información parlamentaria no podrán aportar documentos gráficos a las informaciones que elaboren, especialmente de aquellas situaciones comprometidas o que los partidos prefieren evitar que trasciendan a la opinión pública.
Pillados en el escaño
Desde que se generalizó el uso de dispositivos con cámara incorporada, los diputados y senadores han tenido que estar alerta ante la posibilidad de que en cualquier momento, cualquiera de los presentes en las Cortes les inmortalice en un momento poco favorecedor o, lo que es peor, que les cacen en actividades que poco o nada tienen que ver con el trabajo político.
Uno de los casos más polémicos tuvo lugar durante la pasada legislatura, cuando la entonces presidenta del Congreso, Celia Villalobos, fue sorprendida por las cámaras mientras jugaba a un videojuego en su tableta mientras presidía la sesión.
El pasado mes de marzo, las cámaras volvieron a captar un fragmento de la privacidad de un cargo político, en este caso la senadora del PP Rita Barberá. Durante una sesión del Senado, un fotógrafo captó una instantánea de la pantalla de su teléfono móvil, en la que se podía leer el texto del SMS que estaba escribiendo al entonces vicesecretario de Organización Fernando Martínez Maíllo.
Son los casos más recientes, pero distan mucho de ser los únicos. En 2012, dos diputados del PP en la Asamblea de Madrid fueron sorprendidos mientras jugaban al conocido videojuego ‘Apalabrados’ durante el Pleno, y una década antes tres diputados madrileños de la misma formación fueron sancionados tras ser ‘cazados’ viendo contenidos pornográficos en la sala.
Este fenómeno no se limita a las Cámaras centrales y la madrileña. En las Cortes valencianas el representante ‘popular’ y ex alcalde de Alicante Luis Díaz Alperi fue sorprendido en 2013 cortándose las uñas durante el pleno, mientras que en la bancada contraria el socialista Juan Soto fue retratado practicando una postura de yoga mientras estaba sentado en su escaño.