España

Los comisarios Martín Blas y Barrado hacen el juego a Podemos y al independentismo

Los policías Marcelino Martín Blas y Jaime Barrado, dos de los protagonistas de la ya conocida como guerra de comisarios, hacen el juego a Podemos y los independentistas catalanes en un documental titulado ‘Las cloacas de Interior’, realizado por la productora de Roures y promocionado por Pablo Iglesias por twitter.

Los dos ex altos cargos de Interior, que fueron apartados de sus responsabilidades policiales por una serie de irregularidades, se convierten ahora en protagonistas de un reportaje que favorece a los intereses de la formación morada y de los separatistas de Junt per sí.

Un representante sindical del Cuerpo Superior de Policía (CSP) manifestó a OKDIARIO que «resulta paradójico que Martín Blas se acerque ahora a Podemos cuando en sus orígenes policiales estuvo más próximo a Fuerza Nueva», el partido ultraderechista creado por Blas Piñar.

Además, Martín Blas ocupó hasta hace unos meses uno de los destinos claves del CNP, el de jefe de la Brigada de Asuntos Internos. Esta unidad, que tiene competencia para actuar en toda España, no sólo puede investigar a todos los funcionarios policiales del Ministerio del Interior sino que además hace de enlace entre la Dirección de la Policía y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

El documental, de 80 minutos de duración, será presentado hoy en Barcelona por Jordi Évole y Jaume Roures, que figura como director de la cinta. Évole, que entrevistó el pasado domingo en Salvados al también comisario José Villarejo, dedicó la mitad del programa a desdeñar una operación policial contra la corrupción en Cataluña, a la que el independentismo catalán ha rebautizado como Operación Cataluña.

Pablo Iglesias, que se ha pronunciado públicamente favorable del referéndum catalán y que ha sido uno de los máximos valedores de la comisión de investigación sobre el Ministerio del Interior en el Congreso de los Diputados, escribía ayer en Twitter: «Las cloacas de Interior, el documental que no quieren que veas, se proyectará el 6 de julio en nuestra Uni de Verano. No te lo pierdas».

El secretario general de Podemos presentaba el reportaje como una producción maldita, censurada y perseguida, cuando en  realidad ha sido calificada por quienes la han visto como un «subproducto televisivo», basado en las filtraciones interesadas de los periodistas de Público, Carlos Enrique Bayo y Patricia López. Ambos están catalogados como dos de los profesionales más desprestigiados de los medios de comunicación.

Iglesias no sólo es un asiduo invitado de Público sino que también ha colocado su programa La Tuerka en el diario digital de Roures, en el que la cúpula de la organización morada recibe un trato especial.

Malestar en la Policía

La participación de los dos comisarios, Martín Blas y Barrado, ya jubilados, en el documental ha provocado un rechazo en la dirección de la Policía, porque dar pábulo a la presentada por los secesionistas como Operación Cataluña.

Lo realmente sorprendente, según fuentes de Interior, es que Martín Blas fue el comisario que dirigió a los policías desplazados a Cataluña para investigar la corrupción del clan Pujol y de otros políticos de la ex Convergència, que habían aumentado las comisiones del 3% a un 8%. Lo que algunos se esfuerzan ahora en llamar «policía política» y el comisario lo propicia. El inspector que dirigía en Barcelona el grupo anticorrupción, bautizado también por los independentistas como «policía patriota», era Rubén López, el hombre de confianza de Martín Blas. Este comisario fue en 1992 uno de los jefes de la seguridad de los Juegos Olímpicos de Barcelona.

Por su parte, Barrado, a quien sus superiores abrieron dos expedientes por sus excesos policiales, grabó de manera subrepticia e ilegal a Eduardo Inda, director de OKDIARIO, en el despacho del periodista cuando trabajaba en el diario El Mundo. El comisario en ese momento estaba apartado de su cargo y se extralimitaba en sus funciones, según fuentes de la Dirección de la Policía. Después aportó la cinta a la causa de la supuesta agresión a la doctora Elisa Pinto y acusó del ataque al también comisario José Villarejo.

Tal decisión provocó cierta sorpresa en sectores policiales ya que Barrado, entonces jefe de la Comisaría de Chamartín, guardó en un cajón durante meses  la denuncia de la doctora Pinto. La dermatóloga, ante el olvido policial, presentó una denuncia ante la Secretaría de Estado de Interior.