La guía de Collboni para sus funcionarios: «Vete a freír espárragos» en vez de «que te den por el culo»
El servicio tiene un coste estimado para las arcas públicas de hasta 12.027,40 euros
Las normas de Collboni se basarán en guías de Colau que fomentan "el pronombre neutro"
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, impondrá a funcionarios del Ayuntamiento de la ciudad condal el uso del lenguaje inclusivo y con «perspectiva de género e interseccional». El consistorio elaborará una «guía digital» que está dirigida a moldear la comunicación de sus trabajadores. Concretamente, este manual está «dirigido a los profesionales del ámbito social». El escrito se basará en la Guía de Comunicación Inclusiva de su predecesora, Ada Colau, en la que se pedía evitar la expresión «¡que te den por el culo!», y, en su lugar, decir «¡vete a freír espárragos!», por considerarlas «homófobas o sexistas».
El Ayuntamiento barcelonés ha publicado este miércoles el concurso de un contrato menor para la «elaboración de una guía digital de comunicación inclusiva, con perspectiva de género e interseccional, dirigida a profesionales del ámbito social». El servicio tiene un coste estimado para las arcas públicas de hasta 12.027,40 euros, impuestos incluidos.
El informe de necesidad en el que se exponen las condiciones del contrato, asegura que entre las actividades del consistorio «se encuentran las actuaciones para incorporar la transversalidad de género en todas las estructuras municipales» además de «organismos autónomos, sociedades mercantiles y demás entidades vinculadas o dependientes del Ayuntamiento de Barcelona».
La licitación pública del equipo de gobierno de Collboni recuerda que esta es una medida que responde al II Plan de justicia de género de Colau para el período 2021-2025. «En 2024, propone la elaboración de una guía digital de comunicación inclusiva y con perspectiva de género e interseccional dirigida a profesionales», recuerda el documento justificativo del contrato.
Y además, se expresa que ese manual para la comunicación de los funcionarios «incluirá las versiones de las guías de Comunicación inclusiva y Uso del lenguaje no sexista en la terminología propia de esta área». Todo ello con el objetivo de «mejorar la sensibilización de las personas profesionales, y la toma de conciencia sobre los estereotipos y la estigmatización social de algunas personas, colectivos o situaciones».
El Ayuntamiento celebra que la guía va a aportar «herramientas técnicas» con el objetivo de que se realicen cambios «hacia un uso del lenguaje más inclusivo» tanto en «la comunicación cotidiana» como «hacia las personas atendidas y los demás servicios».
El Departamento de Comunicación del Área de Derechos Sociales, Salud, Cooperación y Comunidad asegura que la realización de este tipo de guías «no está dentro de las tareas habituales y proyectos ya en marcha». Y añade que hay «inexistencia de recursos materiales y humanos». Por eso, sostiene que «es indispensable realizar el encargo de que es objeto éste contrato menor».
Los 12.027,40 euros se dividirán en varios trabajos. Entre ellos, está la recopilación de la «documentación para identificar» los puntos a trabajar, entre los que estarán: «Salud, migraciones y refugio, justicia global y derechos humanos, servicios sociales, violencias machistas, y discapacitados». Otro de los trabajos será contratar para una «revisión crítica de contenidos» con «cinco consultoras especializadas en clase, racismo, salud mental, género y capacitismo».
Las guías de Colau
Las normas que va a establecer Collboni se basarán en la Guía de Comunicación Inclusiva en la que recoge una serie de expresiones que, a su juicio, reflejan «la diversidad» de la sociedad más adecuadamente.
En esas guías se propone «el uso del pronombre neutro». Y es que, a ojos del equipo de Colau, «desdoblar también es excluyente» porque «se excluye a las personas que no se identifican como hombre o mujer». «La academia de la lengua de Suecia aceptó como válido el pronombre neutro que reclamaba una parte de la población», puede leerse en este manual.
Pero además, se insta a dejar de usar algunas frases hechas como «¡que te den por culo!» por «¡vete a freír espárragos!». Lo justifican en que son «expresiones homófobas o sexistas». También pide evitar decir «¡esto es una mariconada!», y decir «¡esto es una tontería!», o no afirmar «¡lloras como una niña!», sino «¡grita y llora tanto como quieras!».