España
Elecciones Generales 2019

Colau retira el lazo amarillo del balcón del ayuntamiento

La alcaldesa cumple con la petición de la Junta Electoral Central, a diferencia de lo que ha hecho Quim Torra. Hoy la Guardia Urbana ha trasladado a las autoridades judiciales el intento de descolgarlo de anoche por parte de unos jóvenes.

  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha cumplido con la requisitoria de la Junta Electoral Central que esta tarde le había dado un plazo de doce horas para retirar el lazo amarillo que desde hace meses colgaba de la fachada del ayuntamiento de Barcelona, en la Plaza Sant Jaume de la ciudad condal. Desde las diez y media de este jueves por la noche, el lazo amarillo que colgaba en el edificio del ayuntamiento ya es historia.

Justo delante, por eso, aún sigue expuesto el lazo en el balcón de la Generalitat, donde Quim Torra ha decidido desobedecer y mantener la simbología golpista de apoyo a los presos separatistas. Hoy mismo, durante una visita a la localidad tarraconense de El Vendrell, ha defendido la exposición del lazo y la pancarta y ha reiterado que no tenía intención de retirar esos dos símbolos del palacio presidencial, como le exige la Junta Electoral a raíz de una denuncia de Ciudadanos.

Ayer por la noche, agentes de la Guardia Urbana del consistorio barcelonés, forcejearon con varios jóvenes constitucionalistas que acudieron hasta el edificio consistorial, con un palo de grandes dimensiones, para descolgar el lazo amarillo que colgaba del balcón del ayuntamiento. Tras conseguirlo, los antes de la policía de Colau les retiraron el lazo que habían conseguido arrancar los jóvenes y horas más tarde volvía a lucir en la fachada del consistorio.

Precisamente hoy, la Guardia Urbana ha puesto en conocimiento de la fiscalía la actitud de estos jóvenes pertenecientes al grupo de ‘Los de Artós’ por si podrían haber incurrido en un delito de odio tipificado en el código penal, con el fin que sea el ministerio público quién actúe de oficio de considerarlo oportuno.

Como ha hecho hasta hoy el de Barcelona, centenares de ayuntamientos catalanes todavía lucen en sus fachadas lazos amarillos y pancartas de apoyo a los presos separatistas.