España
Formación de Gobierno

Cerrojazo informativo en el PSOE: Sánchez impone silencio para que su investidura no descarrile

Miembros de la dirección federal dicen sentirse "ignorantes" al no ser informados del punto en el que se encuentran las negociaciones para la investidura.

  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

Silencio. Nadie en el PSOE sabe nada. Ni los que están en la ejecutiva federal, presidida por Pedro Sánchez. El propio secretario general socialista ha impuesto un cerrojazo informativo para evitar que sus planes de cara a la investidura puedan descarrilar. En un partido en el que gusta hablar y contar cosas, estos días, se calla. Pocos saben lo que ocurre y los que lo saben mantienen lealtad.

La vicesecretaria general Adriana Lastra y el secretario de Organización José Luís Ábalos son las personas designadas por Pedro Sánchez para pilotar las negociaciones. Reportan directamente el presidente en funciones, tanto telefónicamente como con encuentros en La Moncloa. El jefe de gabinete de Sánchez, Iván Redondo, es el único que conoce casi la totalidad de esos reportes. En menor grado, al fontanero jefe de Ferraz Santos Cerdán, también le llegan algunas informaciones. A nadie más.

Miembros de la dirección federal del Partido Socialista dicen sentirse «ignorados» al no ser informados de ninguna de la gestiones que se están realizando para facilitar la investidura. Los líderes del PSOE prometieron no hacer depender el Gobierno de los separatistas y, a día de hoy, solo trabajan en ese escenario. Aseguran que de muchas cosas se enteran a través de los medios de comunicación, ya sea cuando se publica o cuándo se les pregunta sobre ello.

Esa discreción se llevó al extremo durante la mañana del 11 de noviembre, durante la penúltima ejecutiva, horas después de la celebración de las elecciones. Cuando llegó a la reunión de Ferraz, Sánchez había ordenado ya activar la negociación exprés con Podemos.

El objetivo era escenificar la firma de un acuerdo el día siguiente. En Moncloa se trabajaba ya en ello mientras en la reunión de la dirección se avaluaba el complejo escenario que dejaban las urnas. Entre algunos dirigentes había incertidumbre. Nadie se imaginaba lo que Sánchez estaba tramando y finalmente iba a ocurrir.

Ahora, sigue aplicando la misma técnica para evitar que sus planes de investidura puedan descarrilar.