La explosión de Alcanar se debió a las prisas e impericia de los terroristas con ‘la madre de Satán’

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La casa de la célula yihadista en Alcanar tras la explosión.

Los expertos en la lucha antiterrorista consideran que la inexperiencia y las prisas de los yihadistas de Ripoll por secar el TATP (triperóxido de triacetona, también conocido como ‘madre de Satán’) les hizo cometer la imprudencia de mover en exceso la sustancia, provocando la explosión de la casa-laboratorio de Alcanar (Tarragona) donde tenían listos para su uso más de 100 kilos de explosivos.

Los terroristas de la célula que atentó en Barcelona y Cambrils el 17 de agosto habían planificado un ataque sin precedentes en Europa utilizando el explosivo habitual en los atentados del grupo terrorista autodenominado Estado Islámico (ISIS) para, con ayuda de tres furgonetas, sembrar el caos en varios puntos turísticos de gran afluencia.

La explosión de la casa la noche anterior, el día 16, provocó que Younes Abouyaaqoub utilizara una de las furgonetas para precipitarse por La Rambla de Barcelona. Otros cinco terroristas fueron abatidos en el paseo marítimo de Cambrils cuando trataban de replicar las escenas de pánico con un coche Audi A-3.

Los expertos analizan varios restos de cinturones explosivos artesanales hallados entre los escombros y mantienen su incógnita sobre qué uso querían hacer los terroristas de las más de 100 bombonas de butano, algunas de ellas llenas de gas y otras vacías por completo o parcialmente, tras la manipulación de la espita, según han informado a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista.

Los expertos en la lucha antiterrorista consideran que la célula liderada por el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, acumuló durante semanas entre 400 y 500 litros de precursores muy básicos: ácido sulfúrico, peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) y acetona. Es Satty y Youssef Aalla, el segundo terrorista fallecido en Alcanar, mezclaban los ingredientes utilizando grandes bañeras.

Estas fuentes han explicado que al cinturón, que incluía un sistema de iniciación, se adhirieron varios cilindros de un material similar al pvc con sustancias explosivas en su interior.

Ventiladores y secado en el jardín

Una vez que el TATP adoptaba un estado sólido, lo extendían en el suelo con la intención de que se terminara de secar, ayudándose de ventiladores. Según El Periódico de Catalunya, la fase final la completaban en el exterior del jardín trasero del chalé, dejando que reposara al sol para que se solidificara del todo.

En este trasiego del TATP en el que los expertos consideran que está el origen de la explosión que en un principio los Mossos d’Esquadra relacionaron con el narcotráfico. Consideran que la célula pudo cometer el error al tratar de liberar espacio en las bañeras para mezclar más precursores y acumular aún más kilos de la ‘madre de Satán’.

Los Mossos d’Esquadra son los que mantienen el grueso de la investigación, bajo la dirección del Juzgado Central de Instrucción 4 de la Audiencia Nacional. Las dudas se mantienen sobre qué uso querían dar a las bombonas de gas, por lo que resulta fundamental el testimonio que aporte Mohamed Houli Chemlal, el terrorista de 20 años y único superviviente de la explosión en la casa de Alcanar.

El titular de este juzgado, Fernando Andreu, reunió el 24 de agosto a los jefes de información de los Mossos, la Policía Nacional y la Guardia Civil, encomendando el papel de coordinación al Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO).

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha defendido que los atentados «fueron guiados desde fuera», aunque «no fue organizado por el comando central de Daesh».

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