España
Crisis inmigración

Calvo acusa al PP de «discurso xenófobo» y lo culpa de la crisis de la inmigración: «Lo sabía y no hizo nada»

Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno, ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, ha lamentado este martes que «hay partidos colocados ya en un discurso absolutamente xenófobo y ultra» y alguno de ellos es «bastante incoherente a cambio de posición» ante el tema de la inmigración. En un discurso dirigido directamente al PP de Pablo Casado, Calvo ha asegurado que el Ejecutivo recoge «una situación en la que se avecinaban las cifras», porque «se sabía que esto iba a venir y nadie hizo nada».

Así lo ha remarcado en declaraciones a los medios en Córdoba para informar del acuerdo sobre la situación del buque ‘Aquarius’, de manera que ha apuntado que «el discurso xenófobo de algún partido no existía hace tres meses», por lo que «alguien está cambiando de posición, porque hace tres meses algún partido no tenía ese discurso y ahora lo tiene», mientras que el Gobierno es «coherente con lo que hay que resolver», ha defendido.

Al respecto, ha negado que sea coincidencia que haya aumentado la llegada de inmigrantes con la entrada como presidente de Pedro Sánchez y sus acciones, puesto que «si se miran los picos de entrada de inmigrantes de 2015 y 2016 daban estas cifras», pero «para eso había que haber tenido un Gobierno previendo problemas», ha argumentado Calvo, quien ha aseverado que «el Gobierno anterior sabía perfectamente que las cifras iban a ser las que hay», pero «no se había previsto nada».

Igualmente, la vicepresidenta ha señalado que la preocupación de la sociedad por el tema de la inmigración «depende también de quién se dedica con este asunto a hacer política de bajo nivel». También, ha expuesto que «cada uno sabrá el sitio político que quiere coger en este asunto, pero Europa tiene grandes lecciones aprendidas en su historia con estos temas».

Ante ello, y a pesar de su discurso abiertamente beligerante con el PP, ha pedido a los partidos políticos españoles que «este asunto forme parte de los acuerdos entre todos, el respeto entre todos y de la política respetada» cuando resulta del «trabajo y esfuerzo y no otra cosa», ha subrayado.

Así, ha defendido «dejar de utilizar los temas relativos a la inmigración como arma arrojadiza en la política» y sí, en cambio, «proteger intereses generales del Estado y de la Unión Europea, sin convertir la inmigración en nada que tiene que ver con los valores democráticos», algo que «hacen otros, pero no lo va a hacer este Gobierno», ha apostillado.

Asimismo, ha remarcado que «Europa tiene que reaccionar y ésta no es una situación que pueda resolver cada país por sí solo», de modo que «el tema de la inmigración es un asunto importante para Europa», que no tiene que servir para «hacer política de bajo nivel», porque, a su juicio, «es peligrosísimo».

La «presión migratoria»

Entretanto, la vicepresidenta ha declarado que «Europa tiene que dar una vuelta completa a cómo acomete el asunto de la presión migratoria», algo en lo que «el Gobierno de España ha abierto mucho camino», y ello, a su juicio, se hace «previendo los problemas, teniendo capacidad de comprender y reaccionar y con el valor de tomar decisiones coherentes».

De este modo, espera que en la cumbre de Salzburgo del día 20 de septiembre «se siga engrasando» la manera de responder dada en las últimas horas por seis países de la Unión Europea ante el último ‘Aquarius’, donde «se continúa una línea trazada por el Gobierno español a principios del mes de junio» y que quiere que «continúe en la cumbre de Salzburgo».

En palabras de Carmen Calvo, dicha cumbre «tiene que significar para los países de Europa y la Comisión Europea, que ha apoyado enormemente en estas 48 horas, una respuesta que forme parte de los valores que las democracias europeas tienen que trasladar al mundo».

Y es que, según ha razonado, «el mundo necesita una Europa fuerte, capaz de defender sus fronteras, pero capaz también de trasladar la defensa de los derechos humanos». «Hay que salvar las vidas que no pueden morir en el Mediterráneo, que no puede ser una fosa donde la gente muere y desaparece por la insolidaridad», ha enfatizado.