Brigadas constitucionalistas limpian Barcelona de banderas y pancartas separatistas de la Diada
Centenares de constitucionalistas salieron este martes por la noche a quitar la propaganda separatista tras la manifestación de la Diada de Cataluña. Los secesionistas colocaron a lo largo de la Diagonal de Barcelona multitud de esteladas, pancartas y lazos amarillos en apoyo a los golpistas encarcelados.
Los separatistas colgaron varias banderas independentistas en los mástiles que se encuentran delante del Palau Real de la Diagonal de Barcelona. Los constitucionalistas las acabaron retirando horas después por la noche y con la cara descubierta. Así se refleja en varios vídeos subidos a las redes sociales.
En otro de los puntos de la Diagonal de Barcelona, el que conecta con el Paseo de Gracia, se quitaron también multitud de lazos amarillos y de pegatinas pidiendo la libertad de los golpistas encarcelados de forma preventiva ante el juicio por el 1-O. Los españolistas retiraron toda la propaganda independentista colocada por el mobiliario urbano y la tiraron a la basura para que no hubiese en las calles ninguna simbología separatista.
Los independentistas que acudieron a la Diada también pintaron en el asfalto varios lazos amarillos junto a la palabra «libertad» para pedir la libertad de los políticos encarcelados y la vuelta de los ex consellers fugados. Los constitucionalistas transformaron estos lazos en constitucionalistas con los colores de la bandera de España.
Una Diada excluyente
Este martes se celebró una manifestación separatista con motivo de la Diada de Cataluña en la Diagonal de Barcelona. Sus organizadores fueron las asociaciones independentistas de la ANC, Òmnium Cultural y la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI). Las proclamas de la movilización fueron la liberación de los golpistas encarcelados por el juicio del 1-O y las vuelta de los ex dirigentes fugados de la justicia española.
En un momento de la manifestación se derribó de forma simbólica un muro que representaba al artículo 155 y otro en el que aparecía un Rey colgado bocabajo, en alusión al Rey Felipe VI y al discurso del pasado 3 de octubre. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el presidente del Parlament, Roger Torrent, encabezaron la comitiva institucional que acudió a esta movilización.
Tras la movilización hubo la tradicional guerra de cifras: la Guardia Urbana de Barcelona cifró en «cerca de un millón de personas» la asistencia a esta manifestación, mientras que Sociedad Civil Catalana (SCC) afirmó que fueron 200.000 manifestantes.