España

Bildu exige a Sánchez negociar futuros gobiernos vascos con los proetarras y apear al PNV

Podemos es plenamente favorable a este esquema de la formación que lidera Otegi

Bildu no ha pactado con Pedro Sánchez para salvar los Presupuestos Generales del Estado. Lo ha hecho para avanzar en poder e incrementar su influencia en España y en una parte de ella, en el País Vasco. Por ello, los proetarras han trasladado ya al presidente del Gobierno a través de Pablo Iglesias que uno de los siguientes pasos será exigir la negociación de los futuros gobiernos municipales y autonómicos en el País Vasco con el PSOE-PSE. Y, por lo tanto, quiere que el PSOE deje de tener como socio estable al PNV.

El presidente de Sortu y parlamentario de Bildu, Arkaitz Rodriguez, dejó bien claro hace una semana que el plan de los proetarras marxistas antisistema, evidentemente, no pasa por meter pluma en unos Presupuestos Generales del Estado. Rodriguez afirmó en el Parlamento Vasco que su apoyo a los Presupuestos tan sólo tiene un fin estratégico: el de «tumbar el régimen en favor de las mayorías y los pueblos».

Parlamentarios proetarras navarros y vascos no han dudado en admitir estos días, y en alardear, que, efectivamente, ése es el objetivo. Y que, por lo tanto, el fin último es tener poder para cambiar eso que ellos llaman «régimen». Las mismas fuentes, conocedoras de estas conversaciones, destacan que desde Bildu se admite ya que una de las próximas exigencias al PSOE de Pedro Sánchez a cambio de este apoyo pasará por una petición muy incómoda para el PNV: la de que las negociaciones de futuros gobiernos vascos, tanto municipales, como autonómicos, se hagan de forma prioritaria con Bildu, y no con el PNV.

«Gobiernos progresistas»

Desde la formación proetarra recuerdan que el Gobierno vasco se ha pactado de forma tradicional entre PNV y PSOE-PSE. Y creen que eso debe dar paso a nuevos tiempos de «gobiernos progresistas».

Igualmente recuerdan desde Bildu que en las elecciones de 2019, algunos ayuntamientos quedaron fuera del ámbito de control de los proetarras, precisamente por esos pactos entre el PNV y los socialistas. Lo cierto es que, tras esas elecciones locales, el PSOE-PSE accedió a las Alcaldías en Zumarraga, con mayoría absoluta, y a las de Eibar, Irún, Lasarte, Iruña de Oca, Ermua y Portugalete gracias a pactos con el PNV. Los socialistas también se quedaron con los Ayuntamientos de Larraul y Berrobi, por ser la única fuerza que concurrió. Y con la de Andoain y Pasajes, tras otro pacto con PNV pese a ser los socialistas segunda fuerza por detrás de EH Bildu.

Podemos es plenamente favorable a este esquema de Bildu. Uno, por su cercanía obvia a los de Arnaldo Otegi. Dos, porque eso les permitiría entrar en las alianzas -con mucha probabilidad serían necesarios en el Gobierno regional vasco para sumar mayoría-. Por eso, ya en la reciente fase final de la carrera electoral por el Gobierno vasco, Iglesias abrió la puerta a una nueva gobernabilidad nacional: la del PSOE y del partido de Pablo Iglesias con Bildu al 100% y sin el PNV.

La formación morada trasladó ya entonces este ofrecimiento a Pedro Sánchez con una doble vertiente: la regional, centrada en el Gobierno del País Vasco; y la nacional, con el fin de sortear los roces, especialmente los económicos y presupuestarios que surgen cada cinco minutos entre PNV y Podemos. Esta segunda vertiente ya se ha cumplido.

La solución de Bildu y Pablo Iglesias es también compartida por la líder del PSOE-PSE en el País Vasco: Idoia Mendia no hace ascos desde hace tiempo a una gobernabilidad con Bildu y sin PNV, en caso de que los resultados de futuras elecciones regionales lo permitan.

El plan final traería beneficios para los dos partidos radicales. En primer lugar, Pablo Iglesias pretende librarse del PNV en las negociaciones con los socialistas -sus roces en materia económica son conocidos-. Los separatistas vascos no pasan por las ensoñaciones comunistas de los morados y se han convertido en un quebradero de cabeza constante para la formación de Iglesias: los votos del PNV son necesarios en el Congreso de los Diputados y todas las medidas de subida masiva de impuestos o derroche social son objetadas y bloqueadas por los hombres de Iñigo Urkullu.

Los beneficios que busca Bildu

Por la parte de Bildu el beneficio es obvio: pretende arrebatar al PNV el cartel de ‘negociador’ ante el Gobierno central y retirarle el activo más vendido por los de Urkullu ante sus votantes, el de que es el partido que capta inversiones, fondos y demás prebendas nacionales para el País Vasco.

Los proetarras buscan, en definitiva, acabar con su gran contrincante regional, el que les bloquea la gobernabilidad vasca. Para ello, Pablo Iglesias quiere que esa comunidad se convierta en el futuro en una continuación de los pactos ya trazados en Madrid. Un modelo que llevaría aún más a la radicalización al PSOE, dejándole más cerca de los deseos de aniquilación socialista que en el fondo alberga Iglesias.