Aulas de Barcelona en barracones pero con las pancartas independentistas en sus ventanas
Los niños que estudian la ESO en el Instituto de Viladomat en Barcelona, cada día al entrar ven la pancarta colgada en una de las ventanas donde se pide libertad por los golpistas. Esta misma pancarta es la que usaban los independentistas para reclamar un referéndum de autodeterminación como el del pasado 1-O.
Las competencias de este centro escolar pertenecen al Departamento de Enseñanza de la Generalitat, que sigue intervenida por el artículo 155 de la Constitución y la imagen ha sido publicada por el portal Dolça Catalunya. A pesar de esto, las escuelas públicas siguen con su adoctrinamiento a menores para la causa separatista en Cataluña.
Desde la celebración del referéndum del 1-O se han intensificado los casos de adoctrinamiento en centros públicos. La educación catalana se encuentra con lupa.
La eurodiputada de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) Maite Pagazaurtundua denunció al Gobierno catalán ante las instituciones europeas con un informe enviado a la Agencia europea de Derechos Fundamentales en el que denuncia la sistemática vulneración de derechos fundamentales a la que se ven sometidos los menores en Cataluña.
Pagazaurtundua destacó que en la educación catalana existe un adoctrinamiento que es contrario a la Declaración Universal de Derechos del Hombre y la Declaración de los Derechos del Niño de la UNESCO.
«Los independentistas no acatan la justicia española, sólo les importa la percepción internacional. Por tanto, vamos a internacionalizar la denuncia para acabar cuanto antes con estos comportamientos aberrantes», dijo la eurodiputada.
Además, el sindicato de profesores catalanes AMES presentó un informe denunciando el adoctrinamiento de los niños a través de los libros de texto. «No pretendemos que no haya alguna frase con cierta carga ideológica porque eso es casi imposible, pero al menos pedimos que se den las dos versiones», afirma el presidente del sindicato, Antonio Jimeno.
El adoctrinamiento en los centros escolares catalanes persiste y la utilización de menores para la causa independentista se está convirtiendo en una imagen habitual. Por las redes sociales han circulado distintos casos que confirman el adoctrinamiento que los secesionistas ejercen sobre los menores, en complicidad con sus centros educativos.
Se han visto casos que empiezan en la guardería, los independentistas no tienen reparo en utilizar a niños de tres años para sus intereses. Según varios presentes, los voluntarios, que colocaban carteles en apoyo del referéndum, repartieron a los pequeños globos con el lema del ‘sí’.
Se ha llegado a ver un vídeo, difundido en las redes sociales, donde un profesor de 1º de Primaria está preparando una representación teatral con sus alumnos, unos pequeños de seis años de edad, a los que se les inculca el «odio a los españoles», mentirosos y traicioneros durante la rebelión del año 1640 contra el rey Felipe IV.
Se pidió a la Fiscalía que investigara si de la conducta del maestro y en la responsabilidad del director del centro público Guillem Fortuny de Cambrils (Tarragona) se pueden deducir los delitos de odio y maltrato infantil.
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