España
Moción de censura Rajoy

Así se fraguó el ‘sí’ del PNV con el mantenimiento de los presupuestos como exigencia clave

  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

A media mañana del jueves, la Euzkadi Buru Batzar, la dirección del Partido Nacionalista Vasco (PNV), se reunía de urgencia y de forma extraordinaria para sellar la posición definitiva a la cuestión de la moción de censura. Una vez más, tenían el futuro del país en sus manos, y ser el centro de las miradas les gusta, pero la presión hasta cierto punto. Tenían que decidirse y comunicarlo a las partes, y tras no recibir respuesta de Mariano Rajoy a su oferta de dimisión y escucharle en la tribuna -también al líder socialista, según lo que le habían prometido-, optaron por apoyar al PSOE y aupar a Pedro Sánchez a La Moncloa.

Las negociaciones con el PSOE, mientras se dejaban querer por los ‘populares’, fueron duras y exigentes, cuentan a OKDIARIO y confirman fuentes peneuvistas. El mantenimiento de los presupuestos generales del Estado era una línea roja para los de Andoni Ortuzar, que en un principio chocaba con la idea de Sánchez: no tanto por mantener sus beneficios económicos como por gobernar con unas cuentas que los socialistas repudiaron y criticaron hasta la saciedad.

La aceptación de la oferta vasca por parte del PSOE se produjo la noche del miércoles, ya muy tarde. Sánchez consideró según fuentes de su entorno que era el más bajo de los precios a pagar, tener que comerse las palabras de sus críticas a los presupuestos y gobernar con ellos. Al fin y al cabo, como decían por los pasillos ayer por la tarde algunos ministros «llega con la principal ley hecha, le guste o no». Y eso facilita mucho la gobernabilidad.

El líder del PSOE entendió la noche del miércoles que sin el compromiso con esa exigencia vasca tenía difícil conseguir su ambicionado sueño de llegar a La Moncloa. Y aceptó y lo comunicó. Pero para el PNV eso no era suficiente, exigieron que se comprometiera a ello en voz alta y en público, desde la tribuna del Congreso. Sólo luego, se habría ganado definitivamente su apoyo. De ahí el discurso escrito con el que llegó al hemiciclo, basado en dejarse querer por los vascos.