Así da Aragonés la espantada en el Senado para no escuchar a otras comunidades decir ‘no’ a su amnistía
El jefe de la Generalitat se niega a escuchar a los presidentes del PP tras exigir un referéndum
Los barones del PP lamentan que Aragonés no les haya escuchado con "el mismo respeto"
El presidente de la Generalitat de Cataluña, el separatista Pere Aragonés (ERC), dio la espantada este jueves en el Senado para no escuchar a otras comunidades autónomas decir ‘no’ a la amnistía de los golpistas del 1-O, un indulto generalizado que el jefe del Govern exigió en su discurso, al igual que un referéndum de independencia en la primera intervención de la sesión.
Por orden de aprobación de los estatutos de autonomía y ante la ausencia del Gobierno en funciones de Pedro Sánchez, correspondió a Aragonés ser el primero en subir a la tribuna de la Comisión General de Comunidades Autónomas, convocada gracias a la mayoría absoluta del PP. Lo hizo tras permanecer unos minutos sentado en el escaño junto a los presidentes (y un vicepresidente) de trece comunidades autónomas y ciudades autónomas (todos ellos del PP). No asistió tampoco ninguno de los tres presidentes socialistas de Castilla-La Mancha (Emiliano García-Page), Navarra (María Chivite) y Asturias (Adrián Barbón), ni el lehendakari, Íñigo Urkullu (PNV).
Aragonés, sentado junto al presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, y el de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, con el que intercambió algunas palabras, accedió al estrado (por un tiempo reglado de 10 minutos) a defender la amnistía que negocia con Pedro Sánchez para permitir su investidura, así como la celebración de un referéndum de independencia, algo que ya fue declarado ilegal por el Tribunal Constitucional en 2017.
Aragonés proclamó que la amnistía para los encausados por el procés es «un punto de partida imprescindible» de un camino que tiene como destino la convocatoria de un «referéndum» de autodeterminación, mostrándose convencido de que se acabará celebrando.
«La amnistía no es un punto final, es un punto de partida de un camino que tiene un destino: que la ciudadanía vote», enfatizó. Tras un «Viva Cataluña» y un «muy buen día a todos y a todas» (en catalán), Aragonés cogió su carpeta y abandonó por una puerta lateral el antiguo Salón de Plenos de la Cámara alta sin regresar a su escaño y plantando al hemiciclo, especialmente a los máximos representantes de otras trece comunidades y ciudadanos autónomas. Los senadores de ERC, aplaudieron a Aragonés, y le siguieron dejando también el Pleno de la Comisión.
«Nos hubiera gustado que el señor Aragonés nos hubiera escuchado con la misma atención y el mismo respeto que yo», dijo el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, en su turno en palabra (el tercero en intervenir).
«Yo he venido a defender algo fundamental, especialmente importante en el sur, mi tierra, que es la igualdad entre los españoles, incluida Cataluña. Qué lastima que nadie del Gobierno de España haya venido a defender exactamente lo mismo que defiendo yo. El Gobierno de todos los españoles no puede decidirse en contra del interés general y del bien común», exclamó el presidente andaluz recibiendo un fuerte aplauso de sus compañeros de bancada y de otros barones.
El PP contra el plantón de Moncloa
Fuentes del PP calificaron de «dramático» que las Cortes Generales «tengan un trato institucional más respetuoso por parte de quienes pretenden fragmentar España que por aquellos que, en funciones, la gobiernan». «La ausencia de los presidentes autonómicos del PSOE y del Gobierno en funciones socialista de España es una ofensa al sistema parlamentario español», lamentaron.
«Con el Congreso cerrado y sin actividad, y sin control parlamentario al Ejecutivo desde hace cinco meses, no es razonable que Pedro Sánchez ordene a sus presidentes y a sus ministros que boicoteen al Senado. El respeto democrático a las cámaras debería estar blindado por parte de los grandes partidos», afirmaron las fuentes del PP.
En relación a la intervención del jefe de la Generalitat, las mismas fuentes señalaron que «el PSOE ha permitido que Pere Aragonés actúe como portavoz del Gobierno de coalición y de los planteamientos que marcan la negociación de la investidura de Pedro Sánchez». Desde el PP instan al PSOE a desmarcarse de «manera inmediata» de lo dicho por Aragonés en la tribuna, donde dijo que «los españoles hemos de aceptar que España, un estado opresor, persiguió injustamente a los líderes del proceso independentista de Cataluña de 2017», indicaron las fuentes.