España
María Sevilla, presidenta de la Asociación 'Infancia Libre'

La primera secuestraniños podemita detenida defendió en el Congreso la orden de alejamiento del padre sin condena

La madre detenida por secuestrar a su hijo explicó en el Congreso, gracias a Podemos, algunas de sus propuestas, en las que cuestionaba la independencia de los jueces y la profesionalidad de los equipos psicosociales.

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

María Sevilla, presidenta de la Asociación Infancia Libre y la primera arrestada por el secuestro de su hijo, defendió en el Congreso de los Diputados arropada por Podemos, formación a la que asesoraba en materia de protección de la infancia, la emisión judicial de una orden de alejamiento contra el padre sin que hubiera una sentencia judicial de por medio. Y no sólo eso, además, la asesora podemita proponía, entre otras medidas, un día en los centros escolares en el que los niños escuchasen testimonios brutales sobre abusos sexuales o violencia sobre ellos en el ámbito familiar.

Así lo expuso, concretamente, en su comparecencia en el Congreso, en marzo de 2017, a petición, precisamente, de Podemos, para informar sobre sus «propuestas para la detección, prevención, atención e intervención de abuso sexual infantil intrafamiliar y maltrato infantil intrafamiliar».

En dicha intervención, Sevilla propuso, por ejemplo, «un día dedicado al abuso sexual infantil en los colegios y en los institutos», además de en el Congreso y en las instituciones. En dicha jornada, dijo la presidenta de la asociación ‘Infancia Libre’, se hablaría de abuso sexual infantil, «de su prevención y detección, naturalmente adaptado a las edades», matizó después. Esa fecha, propuso, podría ser el 19 de noviembre. En la misma comparecencia, Sevilla avanzó que su asociación había creado una batería de preguntas para presentar al Gobierno, que luego asumió precisamente Podemos, registrándolas en el Congreso.

«El gran enemigo»

En la intervención, Sevilla atacó con dureza a los equipos psicosociales encargados de valorar los casos de abuso sexual infantil y que calificó de «gran enemigo para los niños y las niñas». 

«Estos equipos tienen puesta una lupa desde hace muchísimos años. El Defensor del Pueblo ya ha informado en sendas ocasiones de sus deficiencias. Es más, en una reunión que mantuvo con la asociación, ambas partes llegamos a la conclusión de que es necesario cambiar el sistema de los equipos psicosociales», añadió.

Sevilla ponía en duda a estos profesionales porque «están adscritos a los juzgados» y «conviven diariamente con los jueces que dictan esas sentencias y autos».

Contra a los jueces

Además cuestionaba la independencia del Poder Judicial. «Con esto quiero decir que se conocen, desayunan, toman café y hablan de sus vidas entre ellos, o sea, que existe una relación de amistad que implica una falta de objetividad por el juez o la jueza que valora el caso, porque cree infinitamente más a una persona con la que convive laboralmente y con la que trabaja diariamente, que a una persona externa», destacó en su intervención.

Sevilla destacó, en este sentido, que a sus integrantes «únicamente se les exige una licenciatura en Psicología, sin especialización en la infancia ni tampoco en abuso sexual ni maltrato infantil», por lo que, concluyó «no están capacitados para trabajar en el ámbito de la salud mental y, por tanto, no están capacitados para valorar las secuelas psíquicas de los niños y las niñas; no pueden evaluar».

«Madres maltratadoras »

«Es como si un enfermero o una enfermera pudieran hacer un diagnóstico médico; es imposible. O como si un funcionario del juzgado pudiera dictar una sentencia; no puede ser», aseveró. En este sentido, solicitó los datos de los equipos y el personal que lo compone, una pregunta que luego Podemos elevaría al Ejecutivo de Mariano Rajoy. 

Sevilla arremetió también contra los escritos presentados en los juzgados por los padres, en los que, generalizó, «siempre se  insulta a la madre, llamándolas maltratadoras, dolidas, resentidas o delincuentes» y reclamó sanciones por ello. «Aquí no hay ningún castigo judicial ni ninguna sanción, se les permite decirlo abiertamente en los juzgados y aquí no pasa nunca nada. Claro que hay violencia machista, la peor violencia para una madre es que a un hijo se le pueda hacer este tipo de agresiones, esto va completamente vinculado», se quejó.

Odio hacia los padres

El odio hacia la figura paterna es patente. Así, entre otras de sus propuestas, figuraba la orden de alejamiento, aún sin existir condena, considerándolos agresores sin la existencia de decisión judicial.

«Lo más urgente para estos niños y niñas ahora mismo sería que tuvieran una orden de alejamiento, que dejaran de tener contacto con sus agresores, que les den lo que están pidiendo a través de sus médicos, de sus psicólogos, de los colegios, de sus compañeros, de toda la gente que les conocen. Esos niños y esas niñas no quieren tener contacto con sus padres, ni siquiera en los puntos de encuentro», opinó. «Esto es brutal para los niños y para las niñas, aunque sea su padre. No quieren tener contacto con ellos, pues vamos a darles lo que quieren y lo que verdaderamente necesitan, porque necesitan curarse de este dolor y esta situación no se lo permite. Lo más urgente es la orden de alejamiento», prosiguió.