El arzobispo de Tarragona dice que la prisión de los golpistas «hace más difícil la convivencia»

El arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, ha asegurado este viernes que la entrada en prisión de Turull, Rull, Romeva, Forcadell y Bassa «hace más difícil la convivencia».

La Iglesia catalana sigue dando muestras de estar a favor de los que quieren romper la unidad de España. Iglesias con lazos amarillos, misas en favor de los encarcelados… y ahora el arzobispo de Tarragona que sale a la palestra y asegura que «nos duele mucho la situación de los encarcelados, que hace más difícil un futuro en convivencia. Recemos por la paz y la reconciliación», ha asegurado en su cuenta de Twitter.

Ens dol molt la situació dels empresonaments, que fa més difícil un futur en convivència. Preguem per la pau i la reconciliació.

— Jaume Pujol (@PujolJaume) March 23, 2018

No es la primera vez que Pujol se decanta por la independencia y los actores que están jugando un papel determinante en el ‘procés’.  En abril de 2017 presidió una polémica misa en el santuario de Montserrat. En su homilía, monseñor Pujol pidió a la virgen que «ilumine la catalana tierra en estos momentos de su historia para que encuentre el camino de la afirmación nacional».

Esta misma semana, OKDIARIO desvelaba las palabras de un cura independentista que contestaba a una feligresa del porqué su parroquia lucía lazos amarillos en favor de los golpistas. «Los ‘Jordis’ están en prisión por culpa del gobierno», aseguraba el párroco.

Sin duda, la figura independentista más destacada entre la Iglesia catalana es el obispo de Solsona, Xavier Novell. Su defensa de la independencia y su posicionamiento, sin tapujos, a favor del golpe de Estado en Cataluña no ha recibido contestación contundente por parte de la Conferencia Episcopal.  Novell llegó a llamar «guerrilleros» a los policías y guardias civiles desplazados a Cataluña con motivo del referéndum del 1 de octubre.

Es más, el mes antes de la celebración del referéndum ilegal, 300 curas independentistas llamaron a sus feligreses a votar contra el Estado y en pro de la «autodeterminación» de Cataluña como «nación».