España
ELECCIONES 28M

Andoni Lariz: de la lista de los más buscados de ETA junto a Ternera a próximo alcalde de Cenarruza

Se llama Andoni Lariz Bustundui y es el número 1 en las listas de EH Bildu para las próximas elecciones municipales del 28M en el municipio de Cenarruza (Vizcaya). Un pueblo donde ya gobiernan los de Arnaldo Otegi y en el que todo parece indicar que así seguirá siendo. Pero el candidato abertzale tiene una peculiaridad más: fue un destacado miembro de ETA, cuyo rostro aparecía hace tan sólo 10 años en una de las últimas listas de terroristas más buscados por la policía española. Su foto compartía cartel con la de otros históricos de la banda, como José Antonio Urruticoechea Bengoechea, Josu Ternera o Iñaki de Juana Chaos, autor de la matanza de la plaza de República Dominicana (Madrid) donde fallecieron 12 agentes de la Guardia Civil.

Lariz Bustundui, un pata negra del terrorismo de última ola de ETA, tendrá próximamente, casi con toda probabilidad, el bastón de mando de la pequeña localidad vizcaína de Cenarruza-Bolívar. Un apellido que lleva el pueblo como recordatorio de que allí, hace más de 200 años, vivía la familia del histórico Simón Bolívar antes de emigrar a Venezuela. EH Bildu le ha encomendado a este miembro de ETA, con condena ya cumplida, que sea quien sustituya al actual alcalde de la formación, que no se presenta a la reelección.

De entre los 44 candidatos que los de Arnaldo Otegi presentan en listas municipales del País Vasco y Navarra, el caso de Lariz Bustundui es significativo. Sobre todo por su rápida evolución. Hace una década, la Policía Nacional hacía público un cartel con los rostros más buscados de ETA. Era el primero que elaboraban después de que ETA anunciase el «cese definitivo de la violencia» en octubre de 2011.

Aquel cartel incluía, además de al hoy candidato número uno de Bildu en las listas de Cenarruza, a otros históricos dirigentes etarras como a Iñaki de Juana Chaos y Josu Ternera.

En 2013, unos meses después de que el rostro de Andoni Lariz saliese en los carteles de más buscados, fue detenido en Francia en compañía de Urtzi Etxebarria. Ambos iban armados en el momento de la detención. A Lariz la justicia francesa sólo se le encontró culpable de pertenencia a ETA, concretamente al aparato logístico. No se le pudo vincular con los atentados del llamado comando Kresada, dirigido por el sanguinario Garikoitz Aspiazu, alias Txeroki.

La Policía, sin embargo, le situaba como uno de los colaboradores necesarios de varios de los atentados cometidos por ese comando. También se le atribuía la participación en el ataque en septiembre de 2008 a las dependencias de la Ertzaintza en Ondarroa (Bizkaia). Su condena se quedó en 5 años. Tras su salida en 2019, regresó al País Vasco.

Lariz es natural del municipio de Markina-Xemein, a pocos kilómetros del pueblo de Cenarruza donde reside y aspira a ser alcalde. Un pueblo donde ETA asesinó a cinco guardias civiles a lo largo de su actividad terrorista.

«Pasión por la lucha»

Los 44 etarras que irán en las listas de EH Bildu para las próximas elecciones municipales del 28 de mayo, siete de ellos con asesinatos a sus espaldas, no responden a un antojo. Sortu, el ala dura de los actuales socios del Gobierno de Pedro Sánchez y familia política de la que proviene Arnaldo Otegi, se fijó como objetivo en su congreso interno de 2022 atraer a «un mínimo núcleo militante», con «pasión por la lucha» y que «tenga claro que nuestro pueblo sigue siendo un pueblo oprimido» y que ese «proceso de liberación continúa». Unas líneas marcadas que un año más tarde han culminado con ese fichaje de casi medio centenar de miembros de ETA.

Sortu insistió en ese documento de la necesidad de abrir el partido hacia otros sectores «radicales» de la izquierda abertzale. A «empoderar a los integrantes del bloque histórico». «Hace falta una organización que represente la tradición histórica y los objetivos estratégicos del movimiento de liberación nacional vasco, porque tiene una visión completa del proceso de liberación. Además, es una comunidad luchadora sólida, que se ha creado y desarrollado en una trayectoria de radicalidad y que ha avanzado por encima de represiones y ataques», explicaba la formación que hoy tiene en sus filas, entre otros, al último ex jefe de ETA David Plá.