España

Álvaro de Orleans niega ante la Fiscalía del Supremo ser el testaferro de Juan Carlos I

Álvaro de Orleans, primo del Rey emérito Juan Carlos I y titular de la Fundación Zagatka, ha declarado desde Suiza este lunes ante la Fiscalía del Tribunal Supremo, tras ser citado por los fiscales que investigan el caso Juan Carlos I. Según ha podido saber OKDIARIO de fuentes de toda solvencia, el primo del emérito ha seguido la línea marcada por su abogado, y ha negado ser el testaferro de su primo. Álvaro de Orleans ha declarado que el dinero se abonó como parte de los objetivos de la fundación que había creado.

Según explicó el despacho que representa al noble: «La Fundación Zagatka se constituyó con el objetivo de gestionar a nivel administrativo y financiero una parte del patrimonio de D. Álvaro y al mismo tiempo materializar su ayuda a la Casa Real española, como parte del legado transmitido por su padre, S.A.R D. Álvaro de Orleans-Borbón y Sajonia-Coburgo-Gotha, y su abuelo, el Infante D. Alfonso de Orleans y Borbón, específicamente a S.M. el Rey D. Juan Carlos, Rey en el momento de la creación de la misma».

Las fuentes han asegurado que en la declaración de Orleans ante los fiscales Juan Ignacio Campos y Alejandro Luzón, el primo del Rey emérito ha seguido la línea que ya había abierto su letrado, desvinculando al noble de cualquier irregularidad en el pago de los viajes de Juan Carlos I. «Ha dicho más o menos lo mismo que en su comunicado», han explicado esas mismas fuentes.

Los testaferros de Juan Carlos I abrieron en 2015 una cuenta en el Lombard Odier de Ginebra (Suiza) con un ingreso de 13,7 millones de euros a nombre de la citada Fundación Zagatka, que pagaba los vuelos en jet privado del emérito. Esta nueva cuenta se abrió tras la abdicación de Juan Carlos I y contaba como titular con su primo Álvaro de Orleans y con el fiduciario suizo, Dante Canonica, que ejercía las veces de gestor.

El favor de Álvaro de Orleans

Álvaro de Orleans ha justificado el documento que desveló OKDIARIO en el que se demostraba que pagó los vuelos a Su Majestad (SM) desde una cuenta del Credit Suisse de Ginebra, alegando que se trababa de un «regalo» a su primo Juan Carlos I.

Fuentes del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda han afirmado a OKDIARIO que el primo del Rey emérito, lejos de perjudicar al monarca, le ha echado un ‘capote’. Aseguran que «de esta manera, el monarca salda su deuda respondiendo con una multa económica. Y, por tanto, podrían cerrarse las puertas para investigar otros delitos más graves como cuentas en paraísos fiscales y la utilización de personas interpuestas (testaferros)».

Hay que recordar que Juan Carlos I ya pagó al fisco 5 millones de euros en dos regularizaciones ante la Agencia Tributaria. Pese a ello, la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, anunció que las investigaciones que se están llevado en la Fiscalía del Tribunal Supremo continuaría su curso.

Tanto es así que tras la segunda regularización la fiscal general anunció que el Ministerio Público abriría nuevas investigaciones. Delgado aseveró durante su comparecencia en la Comisión de Justicia en el Congreso de los Diputados, que: «Seguramente las nuevas regularizaciones nos darán datos y nos obligarán a realizar nuevas investigaciones y comprobaciones».

Precisamente, desde esa nueva cuenta suiza de la Fundación Zagatka también se realizaron pagos relacionados con los viajes privados de Juan Carlos I en avión privado. A Juan Carlos I las tarjetas de un millón de euros para poder volar hasta 100 horas en aviones privados de lujo de la compañía británica Air Partner sólo le duraban dos meses. Las facturas para financiar tan frenético ritmo viajero se pagaban desde el banco Lombard Odier y, con anterioridad, en el Credit Suisse. Ambas cuentas estaban gestionadas por  Álvaro de OrleansDante Canonica y Arturo Fasana.

Viajes en ‘jet’ privado

OKDIARIO desveló los documentos por los que ahora el emérito ha tenido que pagar 5 millones al fisco.

En diciembre de 2019 este periódico contó en exclusiva que Juan Carlos I se desplazó a Bahrein para presenciar el Gran Premio de Fórmula 1 en un jet privado. El modelo era un Bombardier Challenger 605 del 2006 con capacidad para diez personas y que permite en su bodegas una carga de entre 12 y 15 maletas. La tripulación estaba formada por un piloto, su copiloto y una azafata.

El contrato con la compañía aérea incluía un «catering VIP» y «barra libre» durante la duración del vuelo.

Una de las ventajas del modelo 605 es que la cabina tiene una altura de 1,83 metros lo que facilitaba la movilidad de Don Juan Carlos que en aquellas fechas utilizaba bastón para poder caminar. Aunque el monarca mide 1,88 metros, la altura del fuselaje facilita un mejor movimiento por el interior del avión. Hay que tener en cuenta que la media de la mayoría de los jets es mucho menor.

El lujoso interior del Bombardier Challenger 605, tal como lo muestra la web de la compañía Air Partner.

El jet privado despegó del aeropuerto de Torrejón de Madrid a las 9 de la mañana del 31 de marzo de 2016 y aterrizó en el aeropuerto de Baréin a las 16:30, hora local. La duración del vuelo fue de 8,30 horas. Cuatro días después, el mismo Bombardier trasladó a Juan Carlos I desde el sultanato árabe al aeropuerto internacional de Abu Dabi, la capital de los Emiratos Árabes, donde el ex monarca español permaneció tres días. Su regreso a España se produjo el 7 de abril a las 11 horas, aterrizando siete horas y media después en el aeropuerto de Torrejón.