España
EL COLAPSO ENERGÉTICO QUE VIENE

Los almacenamientos subterráneos acumulan un 47% menos de gas disponible en plena crisis energética

Pedro Sánchez asegura a toda la población que tiene controlado y garantizado el suministro de gas. Pero la realidad es que tiene la alerta oficial sobre el riesgo de corte de suministro de gas natural encima de su mesa desde el pasado 29 de septiembre. Una alerta que fue remitida al Gobierno en el último informe de Enagás en el que se detalla el panorama energético del próximo invierno. Pero, además, el Gobierno conoce a la perfección el dato de gas disponible acumulado en los almacenamientos subterráneos: un dato un 47% inferior al del pasado invierno en medio del corte del gasoducto del Magreb y la escasez de barcos metaneros.

El informe de balance de Enagás de cara al invierno 2021-2022 señala con claridad el dato de “gas disponible”. Y si para el pasado invierno esa cifra se encontraba en 10.814 GWh, para este invierno el dato baja un 47% hasta situarse en 5.754.

Por si fuera poco, la previsión de capacidad técnica de extracción, teniendo en cuenta el grado de llenado previsto para el fin de la campaña de inyección de gas se sitúa para esta temporada de frío en 160 GWh, un 32% inferior a los 235 del pasado invierno. Y esa capacidad técnica de extracción es la capacidad real de responder de forma rápida a un potencial corte de suministro.

Por todo ello, de hecho, la misma Enagás ha incorporado ya una advertencia en sus informes, en los que señala que hay garantía de suministro “siempre que no haya limitaciones en la importación del aprovisionamiento”. Y uno de los dos grandes gasoductos que traen el combustible a España desde Argelia ha sido ya cerrado con el fin del mes de octubre por decisión del Gobierno del presidente Tebboune.

Toda la información figura ya en el Winter Outlook 2021-2022 elaborado por Enagás. En España, la compañía es el principal transportista de gas natural y el Gestor Técnico del Sistema Gasista. Es decir, es la empresa que controla el suministro de gas.

Y su conclusión remitida a todos los organismos el pasado 29 de septiembre fue rotunda: “Con la capacidad de entrada y el nivel de mallado que presenta el sistema de transporte español, queda garantizada la cobertura del 100% del mercado gasista en cualquier situación de demanda”, pero con una condición: “Siempre que no haya limitaciones en la importación del aprovisionamiento”. Y ahora las hay. Los barcos para traer gas natural están bajo una fuerte demanda y quienes están consiguiendo llevárselos de forma mayoritaria son los mercados asiáticos. De hecho, los barcos contratados por España hasta el momento son un 35% menos de los firmados el pasado año. Y uno de los principales tubos que riegan de gas España ha caído en medio de la pelea entre Argelia y Marruecos y no está ya operativo.

Sánchez conoce esos datos a la perfección. Pero, pese a ello, lanza a la población el mensaje de que el suministro está garantizado en cualquier caso, cosa que es radicalmente falsa.

El precio del gas natural, de hecho, se ha disparado. Argelia, nuestro principal suministrador de gas, se enfrenta a Rabat en plena cercanía de la temporada de frío y ha decidido cortar el suministro por uno de los tubos que llegan a España y pasan por Marruecos. Y, para colmo, y como muestran los datos oficiales de almacenamiento de gas en España que ya ha publicado OKDIARIO, las reservas nacionales se encuentran por debajo de la media europea. La media de la UE se encuentra en estos momentos al 78,09% de su capacidad total. Las de España, en el 75,72%.

Y las de países mucho más autosuficientes como Francia, llegan al 94,66%. Bélgica las tiene en el 89,80%. Alemania en el 75,01%, pero su acceso al gas viene del mercado ruso. Italia en el 86,95%. Y Reino Unido, por poner un ejemplo de cautela en la política energética, en el 100%. Y así afronta España un panorama incierto desde el punto de vista geoestratégico en cuanto al mapa energético, justo antes de la llegada del frío.