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Uber apuesta por tener sólo taxis en Barcelona y deja en situación difícil a su principal socio VTC

Uber está contactando con propietarios de flotas de taxis en Barcelona para que se apunten a su plataforma a cambio de una serie de incentivos. Según asegura, no volverá a la ciudad con VTC, lo que deja en mala situación a su socio Moove Cars.

La decisión de Uber de volver a Barcelona desde este mismo mes de diciembre, aprovechando la situación difícil que afrontan los taxis de la ciudad, deja en un escenario muy delicado a Moove Cars -el principal socio de autorizaciones VTC de los californianos- que durante varios años ha estado aportando las licencias para que Uber realizara la intermediación. Según distintas fuentes consultadas por OKDIARIO, Uber se está poniendo en contacto con propietarios de flotas del Área Metropolitana de Barcelona (AMB). A todos ellos les está lanzando el mismo mensaje: el futuro tiene que ser necesariamente de colaboración entre el taxi y la aplicación y Uber no volverá a Barcelona con vehículos VTC.

Este mensaje deja en una situación muy comprometida a Moove Cars, el mayor propietario de licencias VTC de España, con más de 4.000 autorizaciones antes de que empezara la situación de pandemia. Moove Cars es un gigante de la propiedad de VTC que se presentó oficialmente en España en marzo de 2018, después de haber estado comprando durante los trimestres anteriores un volumen muy grande de autorizaciones para este tipo de licencia -el mayor paquete se lo compró a Ares Capital tras adquirir la propia compañía propiedad del empresario de VTC de Barcelona Juan Ortigüela-. En la provincia de Barcelona, Moove puede tener aproximadamente 1.000 tarjetas de transporte, según distintas fuentes.

Aunque el origen de Moove venía de la compañía Yirmi UC Fiesta Omnibus SL, creada por Cabify, a principios de 2018 la empresa propiedad de Jaime Castellanos -presidente de Lazard- y del copropietario de Gestamp Jon Riberas, y con dinero del fondo neoyorquino King Street, alcanzó un acuerdo para ser proveedor principal de coches de Uber. No en vano Moove Cars es el socio principal de Uber en Madrid, actualmente el principal mercado para las VTC en España.

Uber y Moove Cars intentaron en 2019 presionar a la Generalitat para que facilitara su vuelta a través de uno de los hombres más poderosos del independentismo posconvergente, David Madí

Pero el giro de Uber hacia el taxi en Barcelona tiene otro sentido estratégico. La empresa californiana intentó durante el año 2019 hacer lobby en los círculos de la Generalitat y concretamente en la Conselleria de Territorio y Sostenibilidad, dirigida por el miembro del PdeCAT Damià Calvet. Un juez de instrucción de Barcelona registró pruebas de reuniones para interceder a favor de Uber y de Moove Cars organizadas por uno de los hombres más poderosos del independentismo posconvergente, David Madí, quien acudió con el entonces CEO de Moove Cars, Rafael García Tapia, quien meses después abandonó la empresa como informó este periódico. Poco más se sabe de esta reunión pues el hermetismo en Uber y Moove es grande al respecto. Sin embargo, estos encuentros no fructificaron y las VTC siguen estando penalizadas por la regulación en Barcelona, a favor de los taxis.

Es por ello que Uber ha decidido pegar donde más duele y, aprovechando la situación generada por la pandemia, tratar de hacer un roto en el hasta ahora disciplinado sector del taxi de la ciudad que, dirigido por el líder sindical Alberto ‘Tito’ Álvarez, ya se está organizando para ejercer actos de presión a las flotas y los taxistas que trabajen con Uber.

Moove se enfrenta a problemas

Según fuentes conocedoras de la situación, Moove Cars no comparte la estrategia de Uber de apostar tan sólo por taxis en el segundo mayor mercado de España. La empresa ha comprado autorizaciones VTC por aproximadamente 200 millones de euros y se ha enfrentado desde el primer día a problemas regulatorios que están poniéndoles muy difícil generar el flujo de caja necesario para ir devolviendo los préstamos.

Dirigida ahora por Manuel Puga que anteriormente compartía la función de CEO con García Tapia, y con Alfredo Ruiz Plaza como presidente, Moove se enfrenta ahora a la necesidad de recortar. Según informaba ‘Business Insider’ Moove Cars está suspendiendo de empleo y sueldo a conductores por no llegar a las cifras fijadas de facturación. También están intentando vender parte de sus autorizaciones VTC ante la sobrecapacidad a la que se enfrentan. Sin embargo, las propias licencias no pasan por su mejor momento en cuanto a precio, al igual que las licencias de taxi.

En cualquier caso, no son los únicos del sector que pasan por apuros. Vecttor, el nuevo nombre dado a la empresa anteriormente propiedad de Rosauro Varo que Cabify compró al directivo andaluz para asistirlo financieramente, está según sus empleados diseñando un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que oculta en realidad un «despido masivo encubierto». El riesgo de Vecttor se anota directamente en el balance de Maxi Mobility, la empresa propietaria de Cabify dirigida por Juan de Antonio, que a diferencia de Uber sí que ha hecho negocio en el pasado comprando y gestionando autorizaciones VTC, unas ‘tarjetas’ cuyo futuro no está nada claro después de que la pandemia haya arrasado con la movilidad urbana.