Economía

El turismo es uno de los sectores que más se puede beneficiar de la tecnología Blockchain

El sector turístico es uno de los escenarios más óptimos para el uso de la tecnología blockchain por la gran variedad de usuarios, proveedores, productos y servicios que participan en el proceso. Gracias a las cadenas de bloques, esta industria está apostando por acciones más creativas e innovadoras con las que conquistar al usuario: viajes virtuales, mayor transparencia en la valoración de los clientes, creación de criptomonedas propias y un largo etcétera.

Aunque desde su inicio, el término blockchain se ha relacionado siempre con el mundo financiero por dar la posibilidad de realizar transacciones sin intermediarios de forma segura, inmediata y con alcance mundial, el Institute for Business Value de IBM, una de cada tres empresas ya utiliza blockchain como principal medio para el intercambio de datos.

En este ámbito, el sector turístico es, sin duda, uno de los escenarios más óptimos para este desarrollo por la gran variedad de usuarios, proveedores, productos y servicios que participan en el proceso.

Expertos de The Valley, un think tank especializado en nuevas tecnologías, han desvelado a OKDIARIO las ventajas que esta «cadena de bloques» puede ofrecer a la que es la primera industria española.

Por un lado tenemos la creación de identificadores virtuales. El turista del futuro no tendrá que mostrar documentos de identidad o de viaje. Para verificar que se es un pasajero autorizado, será suficiente disponer de un identificador en el móvil que contenga los datos biométricos. No solo resultará enormemente útil en aeropuertos y estaciones de tren o autobús, también a la hora de acceder a la habitación del hotel: con la impresión de la huella dactilar, del rostro o del ojo se podrá acceder a la estancia o servicio contratado.

Habrá en segundo lugar una transparencia de las opiniones del turista. Actualmente, las opiniones de los smart travellers, turistas digitales y omnicanales, se concentran en una serie de plataformas digitales, todas ellas factibles de manipulación. Con la creación de un sistema descentralizado y con acceso universal, los usuarios podrían opinar y valorar sus experiencias y relación con diferentes empresas turísticas de forma transparente.

En tercer término se puede explorar la creación de una nueva moneda virtual. Desde su inicio, el bitcoin ha sido la criptomoneda base para la realización de transacciones económicas. En este sentido, también existiría la posibilidad de crear una moneda virtual de intercambio para cada destino turístico o para la celebración de eventos, festivales o acontecimientos puntuales. De hecho, ya existen otras como AntShares, Ripple o Ethereum.

En penúltimo lugar se podrán implementar iniciativas para incentivar el turismo. Países como Dubai ya han propuesto la posibilidad de dotar a los visitantes de puntos que puedan ganar y gastar. La idea es premiar a todos aquellos turistas que visiten ciertos monumentos, museos, localizaciones históricas o, incluso, emplazamientos comerciales. Hay iniciativas enfocadas al turismo verde, recompensando a los viajeros que opten por desplazarse en transportes ecológicos o participen en actividades sostenibles.

Y por último aunque no menos importante, se podrán garantizar los pagos seguros, fáciles y baratos. Al ser una base de datos distribuida e inmutable, las transacciones y su correspondiente registro son, además de inmediatas, fácilmente detectables e irreversibles. Esto impide cargos duplicados en viajes, fraudes o cualquier otro tipo de manipulación. Además, con el uso de la criptomoneda no hay cargos bancarios ni se precisa de cambio de divisa, es fácil de enviar y, según los expertos, sirve como cobertura contra la inflación. También proporciona mayor seguridad al no disponer de tarjetas de débito o crédito.