Economía
que afectaba a 580 trabajadores

El Tribunal Supremo tumba el recurso de los sindicatos contra el ERE de Indra en 2020

  • Andrea Aguado
  • Redactora de economía y coordinadora de OKMOTOR. Amante de las cuatro ruedas y la industria. Antes en informativos de Radio Televisión Castilla y León.

El Tribunal Supremo ha desestimado sendos recursos de los sindicatos USO, CGT y Red Sindical TIC en los que se reclamaba la nulidad del expediente de regulación de empleo (ERE) que Indra Soluciones Tecnológicas de la Información (ISTI) impulsó a finales de 2020 por los efectos derivados de la crisis del coronavirus.

El fallo rechaza varias aportaciones de las acusaciones por tratarse de «información novedosa» que no procede en los recursos de casación y que podrían provocar indefensión por parte de la empresa, además de descartar una posible indefensión de ciertos colectivos.

Indra alcanzó un acuerdo con el 70% de los representantes de los trabajadores, y defendió que la información proporcionada durante el proceso de negociación del expediente de regulación de empleo (ERE) fue suficiente y acreditativa -según lo exigido por Inspección de Trabajo-.

Asimismo, la compañía presidida por Marc Muntra rechazaba que hubiera discriminación de género en los despidos o que los delegados sindicales fueran incluidos por este motivo, todo lo cual ha sido respaldado por el Supremo, que destaca en su sentencia que, de no haberse ejecutado un expediente de regulación de empleo (ERE), los despidos habrían superado el millar.

Casi 600 trabajadores afectados

El expediente de regulación de empleo (ERE) afectó a 580 trabajadores de la plantilla de la compañía de soluciones tecnológicas, frente a los 1.036 planteados inicialmente, y 125 pasaron a situación de expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por causas Covid mientras se recapacitaban en otras tareas.

Así, un centenar de empleados con salarios por encima de la media recibieron una rebaja en sus emolumentos como medida para la conservación del empleo en la compañía para evitar que sus cuentas sufrieran los efectos de la crisis del coronavirus.

El expediente de regulación de empleo (ERE) necesitó de siete reuniones y varias semanas de negociación intensas entre la dirección de Indra y los sindicatos, liderada por el antiguo presidente, Fernando Abril-Martorell, y las organizaciones sindicales para rebajar a casi la mitad la afección.