Economía
Coronavirus

El trasporte de mercancías por carretera también se desploma un 30%: avisan de posibles despidos

Los transportistas también se la están jugando para garantizar el suministro de la población. La Asociación del Transporte Internacional por Carretera (ASTIC), que engloba a las empresas de transporte y logística más importantes del país, alertan de una caída de entre el 25% y 30% en el transporte de mercancías por carretera con respecto a la actividad habitual, debido al confinamiento de la población y los controles fronterizos por el Covid-19.

Es cierto que el tráfico de bienes y servicios aumentó un 80% en un principio. Sin embargo, finalmente también ha mermado el transporte por carretera, algo que puede afectar de forma preocupante a la respuesta a la altísima demanda de bienes de primera necesidad por el conjunto de la sociedad para hacer frente a esta pandemia.

Antes de que se anunciara que se iba a establecer el estado de alarma, el ritmo del transporte pesado se movía en torno al 115% en un día normal, y las transacciones del gran transporte superaban entre un 40 y un 50% las habituales medias. «Desde el lunes pasado las estimaciones sobre el ritmo de caída no han dejado de revisarse ya que el fenómeno acelera sin cesar», explican desde ASTIC. Esta situación pondrá en serio peligro de continuidad una gran parte del empleo que, por el momento, mantienen sus empresas.

ASTIC alerta de las retenciones en fronteras entre Estados Miembros de la Unión Europea con colas de decenas de kilómetros. Un efecto que ya sucedió la semana anterior en la frontera norte de Italia con Austria, al establecer dicho país controles de salud aleatorios para la entrada al país por esas carreteras.

“Desde ASTIC ponemos de nuevo en valor el carácter estratégico del transporte de mercancías por carretera, como acaba de reconocer formalmente la propia Comisión Europea, para combatir la emergencia sanitaria del Covid-19, pues gracias a él, el 75% de las exportaciones circula hacia Europa por carretera para mantener abastecidos a comercios de primera necesidad e industrias de alimentos perecederos, medicinas, equipamiento sanitario, combustible, etc», explica Ramón Valdivia, director general de ASTIC.

«Nuestros conductores, junto a sanitarios y distribución, deben ser prioritariamente protegidos además, desde luego, de atendidos en las rutas que diariamente recorren por España y el resto de Europa”, señala Valdivia. «No nos podemos permitir como sociedad que caigan infectados, además debemos evitar que su movilidad sea un vector de difusión del virus», alerta.

La patronal del transporte internacional por carretera solicita al Gobierno encarecidamente una segunda línea de protección, además de la de sus conductores: salvaguardar que la operatividad del transporte por carretera pueda volver de forma súbita a estar disponible en el mismo día del final de esta crisis, sea cuando sea. Según la organización, es estratégico el mantener con vida el tejido empresarial del transporte por carretera y los empleos que representa, de lo contrario, no habrá posibilidad de conectar eficazmente la demanda con la producción cuando la crisis quede atrás.

ASTIC subraya el papel «vital y vertebrador de la economía que desempeña el sector del transporte y la logística».