Economía
crisis energética

‘The Economist’ cree que el cierre del gasoducto de Argelia puede «perjudicar» a España

La revista británica The Economist cree que el corte de suministro de gas natural de Argelia a Marruecos «puede perjudicar a España también», que se encuentra «en medio de una crisis energética» por la subida de los costes de la energía que ha obligado al Gobierno de Pedro Sánchez ha adoptar una serie de medidas para minimizar el impacto en los consumidores.

Así lo recoge el semanario británico un artículo sobre la rivalidad entre Argelia y Marruecos por el conflicto con el Sáhara occidental y en el que cita como consecuencia la decisión de Argelia de cortar el suministro de gas natural por el gaseoducto del Magreb-Europa, que podría afectar a España también, según señala.

El conflicto entre Marruecos y el Frente Polisario, que defiende la independencia del Sáhara occidental, está abierto desde hace décadas y está reverdeciéndose de nuevo, con Argelia apoyando al Polisario, según relata The Economist. Marruecos controla casi el 80% de la zona del Sáhara occidental y el Polisario la parte restante. A su vez, Estados Unidos, bajo el mandato de Donald Trump, le ha reconocido a Marruecos la soberanía.

Desde el punto de vista económico, Marruecos ha sido un ‘hub’ de manufacturas ‘low-cost’ para las empresas europeas y últimamente ha intentado ganar aliados comerciales en la África subsahariana, generando que cada vez menos países del continente reconozcan su soberanía.

The Economist resume que mientras la influencia de Marruecos en África crece, la de Argelia decrece, pero considera que este último país también tiene una estrategia apoyando al Polisario para ganar acceso al Atlántico y a ruta hacia África occidental.

Situación Sáhara occidental

Recuerda que la situación «complica»las relaciones exteriores de Marruecos, dado que la UE anuló los tratados de agricultura y pesca entre ambas partes por incluir el territorio y que Marruecos ha permitido la entrada de miles de inmigrantes a España por haber recibido al líder Polisario, Brahim Ghali, para tratarse de Covid-19.

The Economist cree que, pese a las inquietudes de los saharauis acogidos en Argelia, este país parece estar «decidido» a mantenerlos para que «no abandonen la lucha» y al Polisario «le preocupa que la frustración puede estallar o conducir a una radicalización».