Santander multado en Brasil por provocar «depresión» y «ansiedad» en sus empleados

• Carlos Ribagorda @CRibagorda
• Periodista de Economía en Okdiario. Nacido en Madrid. Licenciado en periodismo por la Universidad Complutense.
• • 01/09/2018 07:55
  • Actualizado: 01/09/2018 07:55

El Banco de Santander ha sido sancionado en Brasil por la Inspección de Trabajo del país a pagar una multa de 5,3 millones de reales, poco más de un millón de euros, por provocar en sus empleados «ansiedad», «depresión» y «pánico», según ha publicado la prensa local. La filial del banco español asegura que ha recurrido esas sanciones, que buena parte de ellas ni siquiera se las han comunicado y que durante el proceso no tuvo opción a defenderse y dar su versión.

El control del ministerio de Trabajo brasileño se ha realizado en sucursales de la entidad en Belo Horizonte y se ha cerrado con 1.350 autos de infracción por irregularidades como metas abusivas o intimidación. Las entrevistas se hicieron sobre 81 empleados. El banco tiene 2.355 trabajadores en este estado, por lo que el trabajo se hizo sobre el 3,4% de la plantilla. Según datos del Gobierno local, 69 empleados del banco estaban de baja por enfermedad.

Odete Cristina Reis, que coordinó el trabajo de fiscalización al Santander -es el primer banco que sufre esta inspección-, ha afirmado en la prensa local que «los trabajadores están sufriendo con alto índice de enfermedades psíquicas como depresión, síndrome de pánico y ansiedad».

Respuesta

La filial brasileña del banco -la matriz en España no ha contestado a este diario-, ha respondido a esas acusaciones alegando que el Gobierno local pidió una gran multitud de documentos y en poco tiempo para que no pudieran cumplir con los plazos de presentación, «en muchos casos sin ninguna relación con el objeto de la investigación».

Además, el banco recuerda que ha recurrido esas sanciones, que no le han sido notificadas todas, y que en la mayoría de las supuestas infracciones responden a «interpretaciones del Ministerio de Trabajo».

Algunos trabajadores denunciaron ante Reis, la coordinadora de la fiscalización, que «los trabajadores viven el conflicto de tener que ofrecer productos que no son interesantes sólo para alcanzar las metas. Esto causa angustia en ellos».