Economía
MERCADO INMOBILIARIO

Sánchez es el único presidente en democracia que construye menos vivienda que la necesidad demográfica

La gestión de Sánchez ha 'logrado' algo que no sucedía desde hacía 70 años

  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es el único de toda la democracia que ha conseguido un déficit en la construcción de vivienda, es decir, que el ritmo de creación de inmuebles sea menor que el crecimiento de la población. Así lo reflejan los datos hechos públicos por Spain Housing Observatory, organización que pone de manifiesto el fracaso de las políticas de vivienda del Ejecutivo socialista y la mala situación actual del mercado inmobiliario.

El observatorio ha explicado en la red social X (antes conocida como Twitter) que «la magnitud del problema» es peor de como la pintan organismos como el Banco de España, desvelando un gráfico enormemente revelador.

En él, se puede ver como España no sufría un déficit de construcción de vivienda desde el año 1954, por lo que la gestión de Sánchez ha logrado algo que no sucedía desde hacía 70 años. No sólo eso, sino que el presidente socialista ha sido capaz de batir un desagradable récord.

«Estamos ante el mayor déficit jamás visto», advierten desde Spain Housing Observatory. Y es que el diferencial entre la construcción de vivienda y el aumento de población nunca ha sido tan grande, al menos desde que se tienen datos, es decir, desde 1901.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España.

Para calcular este déficit, el observatorio analiza el crecimiento de la vivienda en España y le resta el de la población dividido por 2. Esto es porque, de media, en cada inmueble habitan alrededor de dos personas. Por tanto, las personas que se agrupan en un mismo hogar crecen a mayor ritmo que los lugares en los que pueden residir. O lo que es lo mismo, la demanda aumenta a un ritmo mucho mayor que la oferta, al menos a un ritmo nunca visto en España.

El problema de la vivienda con Sánchez

«En 2019, España entro en un déficit de 70.000 viviendas al año (con un breve superávit en la pandemia). Estamos ante el mayor déficit jamás visto, en 2023 fue de -200.000», alerta el observatorio. Y es que el mercado inmobiliario español lleva dos años con un déficit récord que, incluso, llega a duplicar los que sufrió en la primera mitad del siglo XX.

Así, no es de extrañar que el precio de la vivienda en España haya sufrido significativas alzas en los últimos años. Así lo reflejan los datos de, por ejemplo, el último Índice de Precios de Vivienda (IPV) publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En concreto, el precio de la vivienda libre aumentó un 8,1% en el tercer trimestre del año en comparación con el mismo periodo del año pasado, un porcentaje tres décimas superior al de los tres meses previos y el más elevado desde el primer trimestre de 2022, que había sido del 8,5%.

Los datos muestran que la Ley de Vivienda de Sánchez no está consiguiendo lo que pretendía, sino más bien lo contrario, pues el precio de la vivienda de segunda mano lleva creciendo en tasa interanual desde el segundo trimestre de 2014. Y esto es porque las políticas del Ejecutivo socialista no se han centrado en el origen del problema: el déficit existente en la construcción.

Sin embargo, la solución a este problema no es sencilla. Tal y como desveló OKDIARIO, el sector de la construcción está sufriendo una gran subida de sus costes, los cuales, según explicaron fuentes solventes a este periódico, han subido alrededor del 50% en los últimos 10 años.

«De 2020 a 2021 los precios de los materiales subieron tanto como de 2007 a 2020 y de 2021 a 2022 subieron tanto como de 2005 a 2020», explicaba a este diario la Confederación Nacional de la Construcción (CNC). En ese sentido, la patronal de la construcción asegura que «en un año» sus costes subieron «lo mismo que en 15». «Y ahora hay una tendencia a la estabilización, pero en máximos».