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Sacyr reduce la deuda neta con recurso a 194 millones y valora pagar dividendo en efectivo

Manuel Manrique, presidente de Sacyr, señala en una conferencia con analistas que están estudiando pagar dividendo en efectivo

Sacyr ha dado un paso más en su prioritario objetivo de reducir la deuda neta corporativa o con recurso -la que más penalizan los inversores- y la ha situado ya a principios de enero en 194 millones de euros, frente a los 848 millones de 2019. Esto ha contribuido a que la constructora tenga una posición financiera sólida, según su presidente, Manuel Manrique, lo que podría llevar a Sacyr a pagar dividendo en efectivo en el corto plazo y dejar la opción del pago en acciones. «Es una de las cosas que estamos valorando y que anunciaremos en unos meses, en nuestro Capital Investor Day, junto con un nuevo Plan Estratégico 2024-2027», ha señalado Manrique en una conferencia con analistas este jueves para presentar los resultados de 2023.

Manrique ha anunciado que da ya por cumplidos todos los objetivos del anterior Plan Estratégico, con dos años de adelanto, y antes del verano presentará una nueva hoja de ruta para la compañía. Dentro de esa nueva estrategia, y a preguntas de los analistas, Manrique ha señalado que está valorando la opción de pagar en el corto plazo dividendo en efectivo a los accionistas.

La posible vuelta al dividendo en efectivo de Sacyr sería posible gracias a la buena situación financiera de la constructora. La venta de sus filiales de Servicios y la clara apuesta por las concesiones han llevado a Sacyr a disparar su beneficio neto un 39%, hasta 153 millones de euros, y la generación de caja operativa un 20%, hasta 848 millones.

El valor de sus concesiones ya alcanza los 3.254 millones, más de 400 millones más que en 2021, y ya aportan el 93% del ebitda de la constructora. Italia se ha convertido en el principal mercado en concesiones por ebitda para Sacyr, después de adjudicarse y firmar en 2023 la Via del Mare y la A21. Tiene además a la vista la puesta en marcha de las obras del Puente de Messina, una gigantesca obra de 12.000 millones en la que participa con el 18% del capital de la sociedad constructora -Webuild, su socio también en el Canal de Panamá, lidera el proyecto-.

Recreación del Puente de Messina.

Además, el año pasado ganó parte de la I-10 en Estados Unidos y el aeropuerto de El Loa en Chile, el segundo aeródromo regional más transitado del país. Dentro de su política de rotación de activos para aumentar la rentabilidad, Sacyr espera cerrar la venta de concesiones en Chile y en Colombia este año. «Los procesos siguen su curso y probablemente anunciaremos algo en el Capital Investors Day», ha dicho Manrique.

Para este 2024, Manrique ha enumerado las opciones de nuevas adjudicaciones que engordarán el área de concesiones de la firma, una de las tres divisiones del negocio que ha simplificado en la reorganización anunciada el miércoles. «Estamos en hospitales en Canadá, universidades en Estados Unidos, agua en Australia… Y seguiremos en Latinoamérica en Chile y Colombia. También Italia, aunque aquí los tiempos son diferentes», ha señalado.

El presidente de Sacyr ha insistido en que el objetivo es una compañía rentable en lugar de grande. Prioridad por tanto para la rentabilidad. Con esos objetivos, la cúpula de la constructora ha adelantado que «esta compañía debería ser capaz de reducir la deuda neta con recurso en 40-50 millones de euros al año».

Además, ha elevado las provisiones a 104 millones para tener ya provisionado en sus cuentas todas las pérdidas posibles de los arbitrajes que mantiene abiertos por la ampliación del Canal de Panamá.

El mercado ha respondido bien a los resultados de Sacyr y a las 14 horas cotizaba a 3,08 euros por acción, un 1,72% más que al cierre del miércoles.